Por Benjamín F. Deyurre
Aparentemente el interés económico siempre está detrás de cualquier acontecimiento mundial, sea este de cualquier índole, deportivo, político, artístico o médico, como pudiera ser el caso de la amenaza mundial del momento, el coronavirus.
También, en cualquier escenario como el actual, hacen su aparición las teorías conspirativas. Lógicamente, el coronavirus no es una excepción y ya han aparecido varias teorías que han despertado la inquietud de muchos sobre dos posibilidades; que el virus haya sido creado para luego fabricar millones de vacunas salvadoras, o que incluso, sea producto del terrorismo.
A continuación mencionaremos tres sospechas que están circulando profusamente.
El coronavirus está patentado:
La prestigiosa empresa Pirbright Institute, miembro del Consejo de investigación de Biotecnología del Reino Unido, introdujo su solicitud de patente el 23 de julio del 2014, la cual resultó aprobada en los EE.UU., el 20 de noviembre del 2018, bajo el #10130701B2. La patente es para el desarrollo de una forma atenuada del coronavirus.
Según la empresa, esta forma de virus puede utilizarse como vacuna para prevenir enfermedades respiratorias en pájaros y otros animales. De acuerdo con ellos, vacunas contra la gripe y la polio han sido desarrolladas de esta forma.
También aseguran que ellos se enfocan en los coronavirus de animales, principalmente pollos. Afirman que existen siete tipos de coronavirus capaces de afectar al ser humano y por esa razón están trabajando en una vacuna basada en la “modificación racional del genoma humano”.
Se conoce que otros tipos de virus, incluso con sus mutaciones, también han sido patentados. Desde luego, esto es para proteger sus derechos en el desarrollo de las vacunas que posteriormente se crearán.
Simulacro del coronavirus el año pasado:
Conocido como “Evento 201”, el 18 de octubre del año pasado se realizó en Nueva York, un ejercicio de Pandemia de un coronavirus ficticio. El evento patrocinado por la Universidad John Hopkins, el World Economic Forum y la Fundación Bill y Melinda Gates, contó con representantes de los principales Bancos, funcionarios de salud de China y EE.UU., lideres gubernamentales, empresas globales y la ONU, entre otros.
Los responsables del evento declararon expresamente que este es un modelo de pandemia imaginario y que en ningún caso es una predicción. Menos mal, porque ese modelo señala que no habrá una vacuna el 1er año, que los casos se duplicarán cada semana, que la pandemia se extenderá por 18 meses y terminará con la vida de 65 millones de personas y que solo se detendrá luego de haber alcanzado al 80-90 % de la población mundial. Vaya escenario dantesco.
Llama poderosamente la atención que ese evento hipotético, donde el virus pasa de los murciélagos a los cerdos de Brasil y luego se expande por avión a Portugal, China y EE.UU, precisamente viene a realizarse en las vísperas del coronavirus actual. Sin duda es una enorme casualidad o coincidencia.
Decano de Harvard crea laboratorio en Wuhan:
El Dr. Charles Lieber, decano del departamento de Química Biológica en la Universidad de Harvard, fue pionero en el campo de nanotecnología y el científico más importante del mundo en la década 2000-2010. Fue arrestado el 28 de enero de este año por recibir fondos de Wuhan University of Technology, como pago por sus servicios para establecer un laboratorio de Investigación Química-Biológica en esa Universidad, que como es del conocimiento público, está ubicada en la ciudad donde se desató el coronavirus, en China.
El Dr. Lieber, recibía pagos mensuales de $50,000, más $158,000 por vivienda y $1,500,000 por establecer el laboratorio. Lieber también recibía fondos en los EE.UU., del National Institute of Health (NHI) y del Departamento de Defensa. Esto requería revelar cualquier ingreso percibido de gobiernos extranjeros.
Casualmente, el 10 de diciembre del año pasado, fue arrestado Zaosong Zheng, de 30 años, acusado de robar muestras sensitivas en 21 tubos de ensayos del Beth Israel Deaconess Medical Center en Boston. Zheng, fue detenido cuando intentaba abordar un avión con rumbo a China, desde Boston. Según The New York Times, las muestras contenían células cancerosas.
Para colmo, también el año pasado, Yanqinq Ye, de 29 años, fue acusado de mentir para obtener la visa de estudiante y así poder asistir a la facultad de Física, Química e Ingeniería Biomédica de la Universidad de Boston. Ye, quién es teniente del ejército chino y miembro del Partido Comunista, transmitía a China información secreta norteamericana. Además de fraude, fue acusado de conspirador a favor de un gobierno extranjero.
El agente especial del FBI en Boston, Joseph R. Bonavolonta, declaró que estos tres casos son por “Espionaje económico e intentos Chinos de hurtar propiedad intelectual secreta”.
Tal como señalamos en nuestra previa columna en El Nuevo Herald el 29 de enero, ¿Se Pueden Fabricar los Virus?, esta tenebrosa posibilidad está latente. Y evidentemente, si vemos como han surgido los virus y sus vacunas, es para pensarlo; el ZH (2002), el SARS (2004), la Gripe Aviar (2005), la Fiebre Porcina (2009), el Évola (2014) y el ZICA (2016).
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Para finalizar, como dijéramos previamente, a los centros de Investigación Biológica en la Universidades o fuera de ellas, se les debe asignar un servicio de protección extrema.
Y no sería una exageración proponer un “Servicio Secreto” para esta labor. La seguridad del planeta está en juego, por ello el alcance de este “Servicio” debe ser global y su presupuesto generoso.
El autor es: Economista y periodista. Twitter: @DeYURRE