Por Sin Reservas
Hemos mantenido que los elementos que pululan en las filas de la Policía Nacional y una gran parte de las fuerzas militares, en su mayoría son como maquinas asesinas, irracionales, hechas para matar. Las actuaciones de estos antisociales, incapaces, ignorantes, analfabetos funcionales, no son de personas.
Además de que es eso lo que aprenden, los crueles que los dirigen, los tratan como desperdicios y así estos responden a la sociedad cuando son necesarias su intervención a «trompadas limpias» como solemos decir, y por cualquier cosita hacen uso de las armas de reglamento, por eso tanta sangre pesa sobre ellos.
Es como si me desquito con ustedes lo que me hizo ese maldito superior, y salen a la calle con la frustración a descargarla sobre el primero que se le atraviese.
Este caso que nos ocupa de este vil asesinato, sin justificación, sin haber un enfrentamiento, sin estar en juego su vida, ni la otra persona, no puede pasarse por alto, este tipo de asesinato, hay que cobrarlo con lo más severo que hay, el fusilameinto.
No es justo que ese elemento vaya a ocupar un espacio en la cárcel y que con nuestro esfuerzo lo mantengamos vivo, supliéndole -aunque precariamente- algunas necesidades.
Este asesino cabo de la Policía Ezequiel Bautista Batista, por un simple choquesito entre dos motocicletas persigue a la joven Nicole Ureña Manzueta, y le dispara por detrás, no solo matándola a ella, sino a dos o más familias, la propia suya y la de los demás.
La madre de la jovencita de 18 años de edad, relata que aparentemente el problema había quedado arreglado, pero el criminal persiguió a su hija alcanzándola en la avenida Hermanas Mirabal de Villa Mella, Santo Domingo Norte, y le disparó.
Doña Flor María Manzueta, de 44 años de edad, dijo que el cabo que asesinó a su hija andaba conduciendo la motocicleta vestido de civil, acompañado de su esposa, cuando fue chocado por la motocicleta que conducía Nicole.
Relata que siendo alrededor de las 7:30 de la noche del día 10 de julio pasado, su hija iba a llevarle una cena a su padre acompañada de un joven, y que tras el accidente el joven tomó la condución del vehículo.
Agrega que tras la colisión, se produjo una discusión en la que el agente exigía llevaran al médico a su pareja, la que, según la madre de la víctima, no estaba herida y ni siquiera se cayó de la motocicleta.
Explica que parece ser que finalmente el asunto quedó arreglado y cada quien continuó su camino, pero que Bautista Batista, siguió la motocicleta en el que iba la joven, ya en condición de pasajera, y le disparó en la espalda.
Nicole Ureña Manzueta, fue trasladada a la clínica más cercana, en la Ureña Arias, del mismo sector, pero falleció como consecuencia de la herida de bala.
Según su madre, a Bautista Batista, le dictaron tres meses de prisión preventiva, pero fue enviado al Centro de Operaciones Especiales, por lo que demanda que sea trasladado a una cárcel común porque, afirma, no fue un homicidio lo que cometió sino un asesinato.