Por Juan Tomás Valenzuela
Danilo, se cogió a pecho
el post de “Quédate en casa”
y con su moral escasa
incurrió en varios cohechos.
Se creyó tener derechos
que en realidad nunca tuvo
y pretendió echarle un cubo
al torneo electoral
y hoy la está pasando mal
pues va a salir por un tubo.
Estuvo haciendo cocote
los últimos cuatro años,
fraguando trucos y engaños
con su penco monigote.
Divariaba cuál Quijote
junto a su fiel Rocinante,
queriendo ponerlo alante,
destutanando a Leonel,
sin ver que era Abinader
el que al fin saldría triunfante.
Siempre arengando discursos
de que ya él taba ganáo,
que entre Marchena y João
tendrían control del concurso.
Sin embargo, en el transcurso
de su sórdida campaña,
obvió, de manera extraña,
que lo que le hacía al león,
iba a ser su perdición
por tar sembrando cizaña.
Comentan por las orillas
que ese ungido baladí,
está buscando coquí
para aferrarse a la silla.
Que hasta el negrito de Villa
le ha dicho que suelte eso,
que se vaya pál Congreso
a entregarle a Abinader,
pues si se pone a joder,
es fácil que caiga preso.
Tan sólo faltan dos días
pá que este ungido pelmazo
caiga de golpe y porrazo,
junto al penco y la otra arpía.
Y al otro pata podría
que está de procurador,
que no cometa el error
de escabullirse pá Francia,
porque no existen distancias
entre pecado y honor.
Juan de los Palotes
13 agosto 2020