Por Sin Reservas
Definitivamente estos tres «Se van» o se los lleva Danilo Medina, pero habrá que evaluar cuál de los tres ayudó más a Danilo Medina, a hacerle daño al país.
Porque no hay dudas que sus actuaciones en el Ministerio de Defensa, en la Policía Nacional y en la Dirección Nacional de Control de Drogas, dejan un mal sabor a esas instituciones.
En los casos de Rubén Darío Paulino Sem y de Ney Aldrin Bautista Almonte, solo escogiendo su proceder en los procesos electorales desde el 6 de octubre del pasado año, al 5 de julio de este, que no solo dirigieron sus instituciones como dos comités de base de Danilo y su PLD, sino que se atrevieron a sacrificar ciudadanos hasta llegar a la tortura.
Toquemos solo algunos casos:
Primero, le hicieron un maldito juego a Danilo Medina, en el Congreso Nacional, inventando falacias, y solo les faltó bombardear a los opositores (los seguidores de Leonel Fernández) y al propio Leonel.
Luego al estar ambos fielmente comprometidos con el fallido fraude electoral del 16 de febrero, no asesinaron de pura chepa, pero secuestraron y torturaron al coronel de la Policia Nacional Ramón Antonio Guzmán Peralta y al empleado de la empresa de telecomunicación Claro, Manuel Antonio Regalado, para buscar que se autoincriminaran y salirse de las patas de los caballos.
Vale mencionar el bulto que hizo el Ministro de Defensa, con el hermano de Gonzalo Castillo, y la bomba lanzada a los jóvenes de la Plaza de la Bandera, que aún no han pasado las 48 horas que prometió para dar el informe.
El haber echado para atrás la adquisición sospechosa de unos equipos en el Ministerio de Defensa, en plena crisis de salud, por el Covid-19 o coronavirus.
Y que decir del legado que nos dejan en la frontera, el desorden descomunal, que jartaron, que se la pasaron con el clichet de que:
«La frontera esta sellada».
Y de Félix Alburquerque Comprés, solo vamos a mencionar lo que hizo con el caso de la delincuente de Villa Vasquez (todos lo conocemos), la llamada «La gallina ponedora» de drogas.
Y el caso de César Emilio Peralta, mejor conocido por sus fechorías con apoyo e impunidad por «César el Abusador», que peor no lo pudo manejar.
Entonces ahora nos viene el delincuente de la comunicación del Palacio Nacional, a poematizar el retiro ridículo de dos, que nosotros retamos a que hagan una encuesta secreta y que cada miembro de esas instituciones opine que piensa de estos tres personajes para conocer la «honrosa situación de retiro» que escribió el charlatan de Roberto Rodríguez Marchena.
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