Por Sin Reservas
Solamente en el Presupuesto General del Estado, tenemos en el décimo puesto al Ministerio de Defensa (MIDE), con 8,891,000,000 millones de pesos, sin contar todo lo demás que se invierte en esa institución.
No obstante todo ese dineral, esta no rinde una labor medianamente acertada, pues nuestra seguridad está a expensa de «salvece quien pueda», y un claro ejemplo, es que no tenemos «frontera», porque este botoncito que nos motiva a este escrito es lo común.
Este tipo de desorden institucional fue parte de las motivaciones para tomar el riesgo de enfermarse saliendo a votar el pasado 5 de julio, por la esperanza que teníamos de que un nuevo Gobierno acabara con este tipo de aberraciones.
No es posible que nosotros nos sacrifiquemos, como lo estamos haciendo, para dispensarle seguridad exclusiva a alguien, y menos a cualquier energumeno, antisocial, despreciable.
Expresa el memorandum, firmado por el Ministro de Defensa, Carlos Luciano Díaz Morfa, que cuatro miembros del Ejército de República Dominicana, han sido asignados a este elemento son ellos: Maricarly Pineda Medina, primer teniente médico (estará más enfermo de lo que aparenta?); Melton Jr. Pineda Medina, sargento mayor; Ramón Olivo Medina Contreras, sargento y Cristian Manuel Bello Pineda, sargento.
Señor Presidente, Luis Abinader, el país (principalmente los que votamos por usted) necesitamos saber, que usted nos dé una explicación convincente de que significa esto, ya que no salimos de una rebelión en contra de nuevos impuestos, cuando nos explota en la cara una maldita aberración como esta.
Qué precepto de nuestra Constitución de la República, privilegia o establece este tipo de abuso?.
Así no fue que aspiramos señor Presidente… Fue a que borraramos estas acciones bandálicas del Estado. En este caso si este elemento tiene hechas y «siente miedo» que pague su seguridad personal, pero no la que pagamos TODOS.
Si repudiamos que el bandido de Roberto Rodríguez Marchena, tuviera un batallón de 32 militares a su servicio y Candida Montilla, más del doble, no vamos a celebrar que esta cosa disfrute de un privilegio inmerecido.