Por Juan Tomás Valenzuela
La real motivación
de la acción de Nuria Piera,
fue la envidia a las caderas
de ese penco mujerón.
Kimberly, con su sazón
y su eterna juventud,
ya logró la plenitud
del bienestar económico,
con un ascenso astronómico
y una excelente salud.
Al contrario de la chica
que hoy acusan de “delitos”
la otra, tiene un cu…
que sexualmente no aplica.
Kimberly, se vió tan rica
parada al frente de Nuria,
que a la rubia le dio furia
que haya tantas diferencias,
en cuerpazo, inteligencia,
en sexapeal y en lujuria.
Lo de doblarle la edad
a esta joven empresaria,
motivo la estrafalaria
acción de incordialidad.
Aunque todo fue verdad,
(no estamos juzgando eso)
La Nuria actuó con exceso,
con odio, falta de tacto,
desluciendo un bello acto
con un propósito avieso.
Lo que le puso la moña
al clímax de la entrevista,
fue que Kimberly, de lista,
trato a la Piera de “Doña”.
La rubia que es medió ñoña,
cuando se trata de edad,
no sintió calamidad
a la acción de la Taveras,
y si no la dejó encuera,
solo fue casualidad.
Juan de los Palotes
15 octubre 2020