Por Juan Tomás Valenzuela
Haciendo uso del derecho
de no chotearse a si misma,
Kimberly, asumió el sofisma
de no declarar sus hechos.
La sospecha de cohecho
qué hay en su declaración,
la ha llevado al paredón
de manos de Nuria Piera,
después de dejarla encuera
frente a la televisión.
La jueza Miriam Germán,
citó a Procuraduría,
a esta ministra gandía
y al senador charlatán.
También cito al doberman
y a la siniestra Toleta,
hermana de Juan Bragueta,
líder de los depravados,
que chuparon del Estado,
como si fuera una teta.
No se que es lo que se ha hablado
con nuestra procuradora,
pues después de par de horas,
todos salen muy callados.
Si ellos son amenazados
de que no traten el caso,
o si acaso, es que el fuetazo
es tan duro que enmudecen,
la verdad es que parecen
que las lenguas le han mochado.
Al señor Félix Bautista,
senador del sur profundo,
se lo está llevando Cundo
desde que salió en la lista.
La sonrisa de alquimista,
su rostro ya no ilumina,
ni tampoco a la Medina
que actuando de mochilera
él la dejo en la gatera
tomando ranitidina.
El despacho de visitas
de la señora Germán,
tiene en el centro un diván
que transpira dinamita.
El que pone las nalguitas
en ese jodío sofá,
es con un bajo a ca…
que sale del edificio,
porque al que le salga juicio,
terminará en Alcatráz.
Juan de los Palotes
24 octubre 2020