Por Pelegrin Castillo Semán
Donald Trump, fue al gobierno con un mandato claro de su pueblo, de desmontar el orden internacional globalista, que perjudica a la mayoría de los norteamericanos.
Veo el problema mayor en un orden globalista desquiciado y desquiciante, que está enfocado en destruir naciones, borrar fronteras, disolver culturas, difundir la idea utópica de una nueva naturaleza humana capaz de reinventarse sin límites de ningún tipo. Trump solo interpretó un sentimiento de nacionalismo de gran potencia, que a nosotros los dominicanos también nos conviene, no porque vaya a resolvernos el mayor problema nacional, que es la convivencia insular con un estado fallido, emblemático como Haití, sino porque los demócratas están muy comprometidos con esa nueva expresión de imperialismo global y particularmente, con la solución dominicana a los problemas de Haití.
Donald Trump, además fue al gobierno con un mandato claro de su pueblo, de desmontar el orden internacional globalista, que perjudica a la mayoría de los norteamericanos, y puede decirse que ha cumplido ampliamente con lo prometido. Por eso existe una gran conjura para sacarlo. Fallo el juicio político, y ahora vemos en desarrollo el golpe blando mediático electoral…Rompió con lo “políticamente correcto”, con un estilo frontal, ríspido, desagradable y peleador. Nadie dice que es una persona que se distinga por ser amable, pero ha combatido, desmontado y puesto al descubierto la agenda siniestra y totalitaria de las élites globalistas ¡Y eso no lo hace cualquiera!
Estados Unidos, tiene una larga tradición democrática, una de la más antigua del mundo: no se dan golpes de estado. Cuando las contradicciones se exacerban, se recurre al juicio político. Esta vez, tratan de aplicar la técnica de un golpe sofisticado al proceso electoral… Cuando ganó Lincoln, un candidato republicano abolicionista moderado, sus adversarios consideraron que no debían reconocer su gobierno. Fue el inicio de una feroz y sangrienta guerra civil.
En el presente, los poderosos intereses creados sabían ahora que Trump, volvería a ganar y que terminaría por demoler el orden global desquiciado que ellos crearon, procurando una retirada ordenada para concentrarse en hacer a America Grande Otra Vez… La Guerra de 4ta Generación o Híbrida, explicada por Lind, se ha sofisticado tanto que se combina con el ataque a las elecciones, a la vez que ataca también a las estructuras cognitivas de naciones (Antifa) y detona sus factores cohesión social (BLM).
Sus técnicas se han aplicado en las “revoluciones de colores” de Europa del este y en las “primaveras árabes”… El juicio político fracasó y se revirtió contra sus impulsores. Sólo quedaba la conspiración para golpe electoral blando, precedido de un ambiente preinsurrecional. Donald Trump, es una amenaza muy real contra el ominoso orden globalista de las élites, a la vez que anticipó decisión de enjuiciar al más alto liderazgo demócrata, a muchas figuras del estado profundo y de lo que llamó con insistencia “el pantano de Washington”.
Por tanto, no debe haber sorpresa. La confabulación de algunos medios de comunicación y de las grandes corporaciones de las redes en EEUU muestra sus evidencias. En realidad, nunca asimilaron la derrota del 2016 y ahora son parte impúdica del golpe blando electoral. Después de esto su incidencia se esfumará, sea cual sea el desenlace… A los que dicen con ingenuidad que el sistema electoral norteamericano es a prueba de fraudes y mangoneos les digo: no conocen la historia, pero, además, cuando hay tantos intereses encontrados, la capacidad de vulnerar los sistemas electorales, solo es cuestión de medios y oportunidad.
Reitero, a Trump, que es un abolicionista del orden global neoliberal, un revisionista del rol de EEUU en el mundo, un poderoso obstáculo para el avance imperialista del Capicomunismo Chino, les sobran enemigos abiertos y encubiertos. Hace meses que plantee necesidad de constituir la Comisión Internacional de la Verdad sobre lo sucedido en Wuhan entre octubre y diciembre, en China, en la OMS y en el resto del mundo. Es obvio que en USA, UE y Rusia fallaron los sistemas de inteligencia, no solo los sistemas de alerta sanitaria.
El golpe electoral blando contra el presidente Trump, fue combinado con un ambiente preinsurrecional de Antifa y BLM. En la peligrosa guerra híbrida contra EEUU y Occidente, colocaron un caballo de Troya en un partido demócrata radicalizado e ideologizado.
El golpe electoral blando al presidente Donald Trump, no puede darse sin la participación de los que controlan la información, por tanto, puede hablarse con propiedad de golpe mediático electoral.
Quieren presentar un fait acoompli, que genere presiones enormes a aceptar “los resultados”. Es insólito y señal de desesperación que quieran pasar por encima de las instituciones y de la constitución.
Creo que es la primera vez, por lo menos en la historia reciente de EEUU que un candidato se proclama, sin que el adversario haya concedido, o más aún cuando su triunfo está bajo cuestionamiento, y sin que las instancias legales hayan emitido un veredicto oficial y definitivo. Sólo con el soporte de los medios y de los poderes fácticos.
Nada bueno saldrá de la mentira, el fraude y la manipulación: el fracaso de la ya erosionada democracia en EEUU acentuará sus problemas. El fenómeno Trump, es reacción de una mayoría de ese gran pueblo, resentida por la traición de muchas de sus élites que se dejaron seducir por utopía globalista. En El Precio de la Civilización, Jeffrey Sachs, demuestra que la relación de las grandes corporaciones con China, es la causa primordial del empobrecimiento de la clase trabajadora y popular de los Estados Unidos. Esa es la base popular, que Hillary, menospreció y que apoya militantemente a Trump.
La verdad es muy poderosa: genera pánico en los que trabajan al servicio de la mentira y el fraude. Que cadenas de televisión censuren programas muy populares o que lo hagan corporaciones de las redes, es un gran triunfo del gobierno chino y el presidente Xi-JinPing, que debe recibir esas censuras con una amplia sonrisa.
Kamala Harris, tiene el mismo perfil de Barack Obama, es decir, un personaje muy apropiado para seguir proyectando la imagen de una Presidencia de EEUU, que procura crear una proyección e identidad global bajo su tutela imperial. En cambio Trump, es una marca empresarial global, que asume la causa del patriotismo de millones de norteamericanos, de esos que Hillary, llamo “los deplorables”.
El verdadero fascismo saldrá de este golpe a la democracia, si las instituciones jurisdiccionales fracasan en establecer la verdad del proceso electoral. Esos 72 millones que votaron por Donald Trump, se van a radicalizar.
Barack Obama, con su declaración última está admitiendo que hay problema mayor.
Donald Trump, es un líder populista que expresa un nacionalismo de gran potencia, revisionista del goblalismo neoliberal. Es cómico ver la postura de gente del gobierno del PLD, con relación a lo que sucede en los EEUU: los que suscribieron acuerdos antinacionales con la administración Obama, que constituyen una vergüenza histórica para la RD, comprometiendo su soberanía e integridad, es ahora que se quejan de Trump y Pompeo, que, junto a los Senadores Menéndez y Rubio, sólo contribuyeron a evitar su proyecto de dictadura.
Es lamentable en cambio que el presidente Fernández, que fue víctima de un golpe electoral en las primarias de su partido se haya adelantado a felicitar a team Biden-Harris, en vez de asumir la postura del Presidente López Obrador, que, además de ser la más prudente, es la única consecuente para todos los que han sido víctimas de esos golpes electorales.
El autor es: De la República Dominicana, Vicepresidente del partido político Fuerza Nacional Progresista (FNP), fue Ministro de Energía y Minas, legislador por 5 períodos y constituyente. Es miembro del Consejo Asesor de Internacional Política For Values, Coordinar de Dominicanos Amigos de Taiwán, Fundador de ProNacion y Profesor Derecho Público