Por Sin Reservas
El sujeto hacía pocos días había adquirido un arma de fuego, no refieren cómo, si ilegal o no. La cual dijo era para defenderse de sus colegas delincuentes.
El individuo de nombre Wandy Medina, de 24 años de edad, asesinó a su pareja Yolanny Rodríguez, de 23, en la zona franca de Santiago, donde laboraban.
«Cuando la joven salía de su trabajo, a las 3:00 de la madrugada, el criminal quedaba trabajando, pero pidió permiso, la persiguió hasta el aprqueo de la empresa y le quitó la vida», relató la señora Yolanda Rodríguez, madre de la víctima. Quien agregó que «el celoso no quería que ella conversara con sus amigas».
La señora, quien residía con la pareja en el sector El Ingenio, en el municipio Santiago Este, dijo que le había escondidos las balas del arma, para que no cometiera una fechoría.
Lo que son los asesinatos de parejas y suicidios, se ha convertido en este país como un contagio, pues por cualquier «quitame esta paja» un criminal arremete contra una indefensa mujer. Y por el otro, suicidios que supuestamente no tienen razón, según lo que dejan dicho sus protagonistas.
Esta desgracia ocurre prácticamente junta con la de la calle Séptima, en Brisas del Edén, del sector Mendoza, provincia Santo Domingo Este, donde el criminal prófugo Rubén Darío Jiménez, fue más lejos, asesinando su expareja, sus exsuegros y al esposo de su excuñada e hirió a esta última.
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