Por Juan Tomás Valenzuela
Observando la entrevista
a Carlitos Pimentel
aún no he podido entender
como esta mafia boschista,
pudo obnubilar las vista
por algo más de 20 años,
apostillando un engaño
en toda la población,
de impunidad, corrupción,
traiciones y desengaños.
Compras y Contrataciones,
en manos del director,
ha destapado el horror
de las punibles acciones,
de todos estos bribones
del partido de Juan Bó.
Esa gente ha hecho de tó
con lo bienes del Estado,
como si fuera heredado
del mismo Papá Bocó.
El nivel de corrupción,
según Carlos Pimentel,
que en manos de este lebrél
y el procurador bribón,
hicieron de la nación
un lugar tan desolado
que al final, todo el Estado,
en manos del Sanedrin,
se hizo parte del botín
de todo estos descarados.
120 impugnaciones
tan solo en 90 días,
demuestran cómo fungía
la mafia de estos hampones.
Dádivas, designaciones,
contratos bajo la mesa.
La mafia de Berlinesa
y los discos de Iris Guaba,
demuestra que era con cuaba
con lo que “gervian” la presa.
Si al bandido de Miguel
le dieron el “Agua y Lú”,
tuvo que ser Trucutú,
pues… ¿quien más lo podía hacer?
Pues ni siquiera Leonel,
(un hampón de siete suelas)
que dió en una bagatela
El oro a los canadienses,
ha hecho que nos avergüencen
con toda esta curruptela.
Juan de los Palotes
23 noviembre 2020