Por Ricardo Bustos
Quizá deberíamos desmitificar al cambio de año, habida cuenta que la estadística siempre nos ha indicado como puede ser lo que viene luego de haber vivido un año entero. Así las cosas y sin ánimo de ser pesimista, podemos afirmar que nos anima la esperanza, pero la realidad es muy diferente a nuestros deseos personales.
No podemos negar que habrá muchas personas a quienes les fue muy bien en el año 2020 en lo emotivo, sentimental o económico, pero tampoco subestimar a los millones que hemos padecido lo peor de lo peor en medio de la Pandemia y la crisis económica sin fin hasta hoy.
Habrá seguramente quien crea que quitando el viejo almanaque y reemplazarlo por uno nuevo, todo habrá quedado en una nube de olvidó, pero la mayoría sabemos que la vacuna todavía no será la solución, la economía ha quedado destruida y nos llevará mucho tiempo volver a subir a la ruta para continuar nuestro viaje por la vida, una vida por cierto que no volverá a ser igual en muchos sentidos.
Psicológicamente, nos han quedado secuelas que algún día quizá, podemos ir quitando de nuestra mente y es lógico que ocurra porque no sabemos todavía por qué estamos de esta manera.
Niños, mayores, mujeres o varones, a todos por igual nos ha golpeado y lo peor es que no nos ha dejado ninguna enseñanza positiva porque fue tan largo el encierro que hay desesperación por respirar aire puro sin temor a contagiarnos.
Aprendimos a contar contagiados, fallecidos, desocupados, pobres, desnutridos, analfabetos que estaban escondidos debajo de la alfombra y ni nos decían la verdad sobre su existencia.
La verdad duele pero es la verdad y nos exculpa de mas dolor sobre el que ya tenemos. Nadie desde las decisiones políticas Nacionales estuvo a la altura de las circunstancias y hemos podido comprobar que somos un país UNITARIO porque todo se decide desde el poder político central con las ideologías como premisa.
Hoy, no pertenecer, es un riesgo para quedar fuera del sistema en un país que tiene todo para ser Federal, grande y soberano, pero para ello hacen falta políticos con vocación y alma de estadistas para quedar en el bronce de los que hicieron sin arrogarse el derecho que se los reconozca.
Nos mataron a los próceres, nos dejaron sin brújula y nos inyectaron ideologías. Divide y reinarás.
A todos mí deseo que el próximo año sea un poquito mejor que el 2020…!!!
El autor es: Locutor Nacional-Comunicador
Capiovi, Misiones, Argentina
DNI 7788556
*