Por Ricardo Bustos
En nuestra América Indo hispánica, vive mucha gente buena. Gracias al milagro de la tecnología y porque Dios me regaló el «don» de la palabra sencilla y respetuosa, tengo la bendita suerte de comunicarme con hermanos de ambos géneros del Continente.
No vale la pena mencionar a los países porque, unos más y otros menos, su gente defiende con uñas y dientes su identidad y pertenencia a la tierra. En las imágenes que puedo ver cuándo me muestran orgullosamente sus pueblos, como hacemos con Capiovi, Misiones, siempre hay una Bandera que impone con energía su nacionalidad, su música, costumbres, alimentos, comidas, frutos y en la mayoría de los casos, con necesidades que nosotros, a pesar de la pobreza actual, en Argentina, no tenemos. De todas las personas con las que converso, no hay una sola que reniegue de su pobreza o carencias y siempre destacan su alegría por haber nacido en esos territorios.
Lugares donde solo hay energía eléctrica a ciertas horas del día o la noche, sin combustibles para cocinar sus alimentos, taxis que son mototriciclos con techo de lona y asientos de madera, internet que solo utilizan para emergencias o comunicarse con sus familiares que, generalmente viven en el exterior y les envían todos los meses unos pocos dólares para ayudar en la alimentación. Créanme estoy asombrado porque hay países hermanos donde no conocen las comidas nuestras y cuando explico de que están compuestas me responden…. «Eso es muy caro y no podemos pagarlo»… Estoy hablando de pastas, lentejas, un poco de pollo, en fin algo normal para nosotros. Muchos hermanos Americanos no saben dónde queda Argentina y han llegado a preguntarme si estaba traduciendo el idioma con el traductor de Google.
No nos miremos el ombligo. Muchos Argentinos no conocen los nombres de las Capitales de Provincias Argentinas, ni hablar de conocer otros nombres y ubicaciones en el mapa geográfico de otros territorios americanos. A pesar de todo Nuestros hermanos de América, viven envueltos en sus banderas y tienen identidad. La verdad, muchas veces me pregunto… ¿Que somos nosotros?
Dos premios Nobel, un Pontífice, Favaloro, Milstein, Fangio, Monzón, Loche, Distefano, Maradona, Messi y una interminable lista de personas famosas por sus logros intelectuales, científicos, culturales o deportivos que llevaron la Bandera celeste y blanco, la misma que acá solo utilizamos cuando gana la selección o algún acto político para después guardarla y a veces no recordar dónde.
No se qué somos, qué nos pasa, hacia dónde vamos o qué necesitamos para cambiar este sistema de vida que cada día nos destruye mas como sociedad. Hoy hasta el universo nos envía señales para que comencemos a cambiar. De nosotros depende. No esperemos que solo Dios nos ayude… Ayudémoslo a Dios alguna vez para demostrarle que lo vamos a intentar. Dejemos de criticar a los «otros» y comencemos a cambiar desde adentro.
El autor es: Locutor Nacional-Comunicador
Capiovi, Misiones, Argentina
DNI 7788556
*