Por Washington Cabello
(TEXAS, Estados Unidos, EFE).- Cinco niños y tres adultos fueron hallados muertos en una casa del condado de Harris, en Texas, después de que la Policía detuviera a un hombre armado de 49 años que intentó impedirles la entrada, informaron hoy medios locales.
Ya en el lugar del suceso, la Policía supo que en la vivienda había un hombre con una orden de arresto por violencia doméstica.
Tras ver el cuerpo de un niño a través de una ventana y que nadie abriese la puerta, los agentes intentaron entrar por la fuerza pero tuvieron que retroceder porque el sospechoso empezó a disparar desde el interior de la casa.
Una hora después, y tras la intervención de negociadores, el sospechoso se entregó y la Policía descubrió la espantosa escena.
David Conley, acusado del asesinato de las ocho personas, accedió a la casa por una ventana, ató a sus víctimas y las asesinó de un disparo a la cabeza, según el relato de las autoridades.
Una de las víctimas, identificada como Valerie Jackson, había mantenido una relación sentimental con el acusado, al que había denunciado varias veces por agresiones, la última en julio.
Recientemente, Jackson había cambiado las cerraduras de la casa para impedir que Conley pudiese entrar.
Entre el resto de víctimas están Dwayne Jackson, marido de Valerie, así como Jonah Jackson, de seis años, Trinity Jackson y Nathaniel Conley, de edades no divulgadas.
Es incierta, por el momento, la relación que mantenía el asesino con todas las víctimas.
Quatasha Conley, quien se identificó en su cuenta de Facebook como una de las hijas del asesino, escribió en la red social: “Mi padre acaba de matar a mi madrastra y a los hijos de ella. Ese hijo de puta iba puesto (drogado) de crack u otra cosa”.
Conley está detenido, sin fianza y acusado con diversos cargos de asesinato.
Los agentes se habían desplazado a esa casa de los suburbios de Houston tras recibir una llamada para que comprobaran que todo estaba en orden, según explicó Thomas Gilliland, portavoz del condado de Harris.