Por Sin Reservas
El Instituto Duartiano propuso al gobierno que contemple, para detener el corredor de paritorios de haitianas hacia nuestro país, establecer una tarifas de cobros por los alumbramientos de extranjeros en los establecimientos hospitalarios dominicanos.
Al hablar a nombre de la institución su presidente Wilson Gómez Ramírez, asegura que esto desincentivará la masiva presencia de estas parturientas en territorio nacional y aliviará la pesada carga económica que representa para nuestro presupuesto de salud.
Al referirse al discurso de rendición de cuentas del presidente Luis Abinader, lo consideró positivo y esperanzador, desde el punto de vista de los intereses nacionales, porque se «apoyó en el ejemplo del padre de la patria Juan Pablo Duarte», dijo.
«En el Instituto Duartiano vemos acertada la idea, en lo que concierne a los hospitales que se contemplan para detener el exceso de partos de haitianas en la República Dominicana y entendemos que, además, se debe de contar con la colaboración de la comunidad internacional para la construcción de estos centros maternos infantiles», señaló.
Agregó que «dicha construción en Haití, no necesariamente tienen que ser cerca de la frontera con nuestro país».
Dijo que cuando el primer mandatario expresó que «hace 177 años él nos mostró el camino, y a nosotros nos toca ahora recorrer una parte de ese sueño», asume íntegramente el compromiso de sembrar voluntad política para que todas las autoridades públicas apliquen las leyes con la mayor justicia y energía, y se materialice un verdadero estado de derecho.
Calificó como válida la aseveración del gobernante, al llamar a los asambleístas y funcionarios a tributar la memoria de Duarte, siguiendo «su ejemplo de honradez y transparencia ante su pueblo».
Dijo que, el presidente Abinader, ha hecho muy bien al fijar su mirada en la rendición de cuentas del líder trinitario al aseverar que éste fue el primero en mostrarnos la importancia de hacerlo cuando a su regreso a Santo Domingo, después de haber servido en las filas del Ejército del Sur que defendía la Patria, presentó:
«Un detallado informe escrito de lo que hubo de gastar en sus actividades, peso por peso, y devolvió la suma restante a las arcas del incipiente Estado Dominicano, la Junta Central Gubernativa».
Afirmó que, de manera justiciera, el presidente de la República manifestó en su rendición ante la Asamblea Nacional que «Así es como el ideal de una República Dominicana independiente y democrática, labrada bajo los preceptos del Padre de la Patria, de la que hoy celebramos su 177 aniversario, surgió acompañada de principios éticos y la enseñanza de que a la política se va a servir, no a servirse».
«Los duartianos habíamos anhelado oír a un primer mandatario hablar de manera concreta y con claridad acerca de la protección integral de la frontera terrestre de nuestro país, y debemos decir que ciframos la esperanza de que cumpla enteramente la promesa presidencial hecha en la Asamblea, en el sentido de que en la segunda mitad de este mismo año se empezarán a establecer en la línea divisoria, nuevas medidas de refuerzo de la seguridad, que combinarán los medios físicos y tecnológicos, e incluirán una doble verja perimetral en los tramos más conflictivos y una simple en el resto, además de sensores de movimiento, cámaras de reconocimiento facial, radares y sistemas de rayos infrarrojos”.
En lo relativo a la cedulación, aunque se podría colaborar, siempre en el orden que nos impone la proverbial solidaridad dominicana:
«Todo ilegal debe proveerse de sus documentos en su país, y es tarea de los consulados correspondientes tramitar la documentación de sus nacionales».
Expuso finalmente que «este ejercicio (cedulación) está estrechamente vinculado a los registros civiles, manifestación inequívoca del ámbito soberano de cada nación».
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