Por Juan Tomás Valenzuela
El presidente Medina,
antes de irse del Estado,
dejó su plan amarrado
por toditas las esquinas.
No fue solo Catalina,
la planta de los sobornos,
lo que él cocinó en el horno
de los crímenes blindados,
también desfalcó el Estado
dejando solo un bochorno.
Se quedó con la justicia,
colocando en la Suprema
a un insulso caco e’…
que es propenso a la codicia.
La que más se beneficia
del lío que dejó Jodines,
es Yolandita Martínez,
la que está en ProCompetencia,
que se cree que fue una herencia
que le dejó Tres Patines.
También se ha quedado Albizu
fuñendo el Banco Central,
origen de todo mal
del ungido circunciso.
También, hasta nuevo aviso,
se quedó Rosalba Ramos,
mano derecha del chamo
que siendo Procurador,
sirvió al líder corruptor
a quien tanto le reclamo.
Se quedó casi completa
la lista de servidores
que recibieron favores
de Leonel y Juan Bragueta.
Las que se hicieron la tetas
con dinero del Estado,
y eran parte del listado
que tenía Alexis Medina,
de cachifas fruta finas
con traseros abultados.
No tan solo los corruptos
y el usual tejemaneje,
del ungido come peje
sin echar ningún eructo.
Pues detrás del usufructo
que deja la corrupción,
con Luis, llegó un pelotón
con los qué hay que abrir los ojos,
y evitar que por antojo
arrasen como un ciclón.
Juan de los Palotes
19 marzo 2021