Por Juan Tomás Valenzuela
La reforma policial
que propone el presidente,
es oportuna, es urgente,
es logia y es cabal.
Después que se ha hecho viral
el “error” de esa patrulla,
que detrás de una marrulla
dieron muerte a dos cristianos,
le tendrán que meter mano
para que se reconstruya.
Esas “muertes por error”,
que de error no tiene nada,
es la última estocada
a ese cuerpo transgresor.
Más que un catalizador,
la acción de estos delincuentes,
debe fungir de astringente,
pues con los terribles hechos
cohesiona cualquier derecho
como dijo el presidente.
Respecto a lo acontecido,
el señor Abinader,
estuvo a bien proponer
una junta de instruidos,
pa’que todo esos bandidos
que están en la institución,
y como Chichí Bolón
desvirtuaron sus propósitos,
no sean más el despropósito
que sirve a la corrupción.
Aunque el amigo Edward Sánchez
confirma qué hay voluntad,
el monstruo de liviandad
de esta policía del dianche,
no hay forma de que reenganche
en el sentir de la gente,
y lo más inteligente
que se podría suponer,
es salir de ese burdel,
como dice el presidente.
Juan de los Palotes
13 abril 2021
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