Por Juan Tomás Valenzuela
Dizque no había quien lo agarre,
pero decidió parar,
se presentó al tribunal,
para evitarse un embarre.
Les hablo de Andy Dauhajre,
el suertudo economista,
que si no estaba en la lista
de encartados de Odebrecht,
fue porque supo escondé
su impronta de carterista.
La presencia de Dauhajre,
en el tribunal de Alzada,
indica que si se alzaba,
se le iba a hacer que se achicharre.
Por suerte logró un amarre,
forzado por rebeldía,
porque si se le ocurría
hacer lo de Quirinito,
quien sabe ande ese maldito
iba a pasar su agonía.
La condición de “Intocable”
que ostentaba ese rufián,
la perdió junto a Pagan
y el Adonis despreciable,
que se está tragando un cable
por un lío de corrupción,
y que por su condición
de “procurador hermoso”
su estadía en el calabozo
ya lo ha vuelto una atracción.
A este truhán, que está orbitando
desde Hipólito Mejía,
por fin le llegó su día
y lo están investigando.
Yo qué lo estaba velando
desde los años ochenta,
le voy a sacar las cuentas
a través mi trabajo,
para ver si este carajo,
en el proceso revienta.
Juan de los Palotes
3 septiembre 2021