Por Sin Reservas
Cuando alguien muere y se destacó en una nación, aportando a la sociedad dentro de los valores morales, y habiéndose comportado como Dios, manda, para ejemplo de las futuras generaciones, la mayoría de los ciudadanos senten tristeza por su partida.
Entonces en ese contexto, el Gobierno hace una declaratoria de uno o varios días de Duelo nacional o Luto nacional. La cantidad dependerá de la persona, su investidura y los aportes que brindó a la Patria.
Encontramos algunas definiciones, y como podrá leer, no solo por muerte de las personas es declarado duelo o luto, también por eventos, y la siguiente definición expresa que:
Un día de luto nacional o duelo nacional
Es un día o días marcados por el luto y las actividades de conmemoración que se observan entre la mayoría de la población de un país. Son designados por el gobierno nacional. Entre esos días figuran los que marcan la muerte o el funeral de una o varias personas de renombre de ese país o de otro lugar o el aniversario de esa muerte o esas muertes, los aniversarios de un importante desastre natural o provocado por el hombre que se produzca en el país o en otro país, las conmemoraciones en tiempo de guerra o en memoria de las víctimas de un atentado terrorista. El ondear una bandera nacional o militar de ese país a media asta es un símbolo común.
Pues como puede percatarse, este no es el caso del «Duelo» decretado por el presidente Luis Abinader, a favor del «suicida» Reinaldo Pared Pérez, mediante el Decreto 683-21.
Y más aún en caso de fuere cierto que se haya quitado la vida, menos, pues ese es un acto tan reñido, como todos los que este cometió en detrimento del pueblo.
Si usted escudriña por donde pasó este señor, hae un calculo de cuanto puso hacerse ahorrado de lo que les pagabamos y le pagaban, y lo compara con lo que acumuló, deja claro que fue un ladrón de nuestros recursos.
Entonces, un pueblo «siente» la partida de un ser querido de la forma que sea, por lo que representó, y el hecho de que haya pasado por las instituciones mencionadas no le da derecho a ningún decreto, si se comportó como truhán y no cumplió con su deber, sino que se sirvió del pueblo y de las arcas del Estado.
Ahora bien
Anterior a este delincuente morir, el país SÍ se consternó con la tragedia de La Vega, donde tres ciudadanos ejemplares fallecieron trágicamente cuando cumplían con el madato Divino de servir al prójimo, en este caso la de «salvar vidas» y propiedades.
Las víctimas son el mayor Juan María Concepción, de 53 años de edad; el segundo teniente Olvi Arias, de 27, y el sargento mayor José Luis Mojica, de 55 años.
Los miembros del Cuerpo de Bomberos murieron cuando trabajaban para extinguir un voraz incendio en Casa Mora, de La Vega.
Aunque el alcalde de La Vega, Kelvin Cruz, declaró tres días de duelo, lo que se correspondía por el tipo de tragedia y quienes fueron las víctimas, era que el Poder Ejecutivo, declarara duelo por esos ciudadanos que perdieron la vida sirviéndole a la sociedad.
Y no que Luis Abinader, declarara duelo por «don» Reinaldo Pared Pérez, quien -no está claro como murió-, y que al contrario de los bomberos, se sirvió de la sociedad, y de una forma boschornosa y aborrecible.
El seceso
Los miembros del Cuerpo de Bomberos, de La Vega, quedaron sepultados cuando el techo del edificio de Casa Mora, ubicada en la calle José Núñez de Cáceres, colapsó a causa del incendió.
La tragedia fue más posible por el conato haberse presentado de noche, lo que redujo la visibilidad para el trabajo de los organsimos de emergencias.
El siniestro fue de tan gran magnitud, que tubo que recibir apoyo del Cuerpo de Bomberos de Santo Domingo Este, informó el intendente, coronel Roberto Santos Méndez, quien estuvo personalmente colaborando en el lugar.
Agregó que a media noche ya habían recuperado de los escombros dos de los cuerpos, y se trabaja para sacar el posible restante de los escombros, junto a doce miembros de su brigada.
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