Por Juan Tomás Valenzuela
Se ofrece una recompensa
a cualquiera del partido,
que sepa el qué, al ungido,
es lo que le dá vergüenza.
Aunque la vaina está tenza,
con varios hermanos presos,
me dicen que este sabueso
tá como el primer güandul,
lidiando como un tahúr
un imposible regreso.
Danilo, no se amilana,
según sus propias palabras,
y aunque ya se descalabra,
cree que aún puede ir por lana.
El ladrón de Villa Juana,
que no piensa diferente,
cree que va a ser presidente
el día que termine Luis,
si no lo entran de nariz
en dos o tres expedientes.
A la verdad que estos dos
son un par de sinvergüenzas, porque decirle a la prensa
que son enviados de Dios,
cuando en realidad, los dos
no son más que dos truhanes,
y por mucho que se afanen
por regresar al poder,
esto ya no podrá ser,
pues se baraján sus planes.
Los hermanos de Danilo
hoy están presos por robo
y él tá metido en un bobo
juntos los demás pupilos.
Aunque él se muestra tranquilo,
como se muestra Leonel,
ninguno podrá volver
porque de aquí al veinticuatro,
se les va a acabá el teatro,
con Miriam o Abinader.
Juan de los Palotes
29 noviembre 2021