Por José Luis de la Calva
(KAZAJISTÁN, Asia Central).- Violentas manifestaciones se dieron en este país a principio de año, a causa del alza desmedida del precio del gas, pese a la cancelación de la medida y la dimisión del Gabinete.
Esta situación provocó la intervención del gobierno, calificando la acción de violentos disturbios, y los manifestantes y las fuerzas del orden se enfrentaron dejando un saldo de decenas de muertos, más de un millar de heridos, de los cuales cerca de un centenar permanecen en terapia intensiva y miles de apresados.
Entre las víctimas se encuentran trece miembros de las fuerzas de seguridad, dos de los cuales fueron encontrados decapitados, y 353 heridos, informó la televisión estatal.
La propia Policía admitió que la represión acabó con la vida de «decenas» de manifestantes, cuando intentaban tomar edificios administrativos y comisarías. Mientras las imágenes difundidas por los medios y las redes sociales mostraban escenas de caos, con tiendas saqueadas y algunos edificios administrativos asaltados e incendiados en Almaty, capital económica del país, mientras se oían disparos de armas automáticas.
También Rusia y sus aliados de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) enviaron un contingente (fuerza colectiva de mantenimiento de la paz), compuesta por tropas rusas, bielorrusas, armenias, tayikas y kirguisas, a apoyar al Gobierno de la exrepública soviética, a solicitud del presidente Kasim-Yomart Tokáev, el pasado 5 de enero.
El río revuelto quizo ser aprovechado por Vladímir Putin, para pezcar y volver a quedarse con este país, pero le salió el tiro por la culata, el pueblo enfrentó la injerencia externa, principalmente de Rusia, y no le quedó más remedio que retirar las tropas rusas desplegadas en Kazajistán por las violentas protestas que sacudieron el país han regresado a Rusia.
Las protestas comenzaron en zonas provinciales y se extendieron a la mayor ciudad del país, Almaty, donde se convirtió en revuelta y los manifestantes cometieron saqueos, tomaron edificios del Gobierno y, brevemente, el aeropuerto.
El presidente Kasim-Yomart Tokáev, no ha logrado hasta ahora sofocar por completo las protestas, a pesar de concesiones sobre los precios del gas, de la dimisión y de la introducción del estado de emergencia y el toque de queda nocturno.
Hubo suspensión del trabajo de todas las instituciones financieras donde Internet no funciona, informó la portavoz del Banco Central, Oljassa Ramazanova. También los aeropuertos de Almaty, Aktobe y Aktau y de la capital, Nursultán, fueron cerrados.
En las últimas noches, la policía había disparado granadas aturdidoras y gases lacrimógenos contra la multitud, pero no logró impedir que irrumpieran algunos edificios administrativos.
Según medios y testigos en las redes sociales los manifestantes se dirigieron a la municipalidad y a la residencia presidencial de Almaty, entre otros lugares, y les prendieron fuego. Cinco cadenas de televisión fueron saqueadas.
Alexandr Lukashenko, presidente de Bielorrusia
Lukashenko, dijo que Kazajistán enfrentó injerencia externa en sus asuntos y que este tipo de amenazas son comunes para la mayoría de los países del espacio postsoviético.
A la vez que denunció que los organizadores de los violentos disturbios procuraban agudizar la situación en torno a las fronteras de Rusia y debilitar a este país, y destacó que la operación de paz de la OTSC fue exitosa y evitó que en esa nación ocurriera una revolución de colores.
Durante una reunión con miembros del contingente de paz de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) que concluyeron su misión en ese país centroasiático, el jefe de Estado aseguró que Kazajistán sufrió un ataque coordinado de grupos terroristas previamente entrenados y con experiencia de combate.
De acuerdo con medios locales de prensa, que citan a Lukashenko, la operación de paz fue desarrollada en detalle y durante una hora por los mandatarios de Rusia (Vladimir Putin) y de Belarus.
El líder bielorruso agregó que el rápido y coordinado envío de tropas mostró la disposición de los países miembros de la OTSC de defender de manera conjunta su soberanía.
Valoró que el éxito de la operación de paz, con objetivos tan cruciales como salvaguardar vidas y mantener la seguridad de instalaciones estratégicas, permite aseverar que ese contingente puede cumplir cualquier tarea de manera eficiente.
La OTSC se creó en 2002 y la conforman Armenia, Bielorrusia, Rusia, Kirguistán, Tayikistán y Kazajistán.
Consecuencias
Como consecuencia del caos, el precio del uranio, del que Kazajistán es uno de los principales productores mundiales, subió bruscamente, mientras que las cotizaciones de las empresas nacionales se desplomaron en la bolsa de Londres.
El país es además un centro de la minería de Bitcoin, una actividad que también está experimentando una fuerte caída.
El presidente de Kazajistán introdujo medidas de emergencia para «estabilizar el trabajo de los servicios públicos, el transporte y las infraestructuras», reforzar la preparación de las fuerzas de seguridad y restablecer el trabajo de los bancos. Se prohibió además la exportación de ciertos tipos de alimentos para estabilizar los precios.
Tokáev, dijo que bandas terroristas que habían recibido un amplio entrenamiento en el extranjero estaban liderando las protestas.
«Grupos de elementos criminales golpean a nuestros soldados, los humillan, los arrastran desnudos por las calles, agreden a las mujeres y saquean los comercios», dijo en un discurso televisado.
Imagen cortesía: Cadena SER
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