Por Sin Reservas
En varios países hay expresidentes de la República condenados y presos, siendo juzgados, huyendo de la justicia y otros se han suicidado.
Tenemos al expresidente Alan García, de Perú, que se suicidó cuándo se presentaron a su residencia a arretarlo por las acusaciones de haber recibido sobornos por parte del consorcio italiano Tralima para la construcción del tren eléctrico de Lima.
También d este país, Alejandro Toledo Manrique, quien se encuentra bajo arresto domiciliario en los Estados Unidos por proceso de extradición, y con orden de captura internacional, por tráfico de influencias, colusión y lavado de activos (se le acusa de recibir una coima de 31 millones de dólares para favorecer a Odebrecht).
Por igual el expresidente de Tunez, Moncef Marzouki, la Justicia lo condenó a cuatro años de prisión en rebeldía, acusado de «atentar contra la seguridad del Estado».
Está el expresidente del El Salvador, Elías Antonio Saca, conocido por el sobrenombre de «Tony Saca» a devolver al Estado 6 millones de dólares, fruto de una donación de Taiwán, destinados para los afectados de los terremotos del año 2001.
por igual el expresidente de Francia, Nicolás Sarkozy, declarado culpable de los delitos de corrupción y tráfico de influencia y condenado a un año de prisión. Por la financiación ilegal de una campaña electoral del año 2012, en el marco del caso ‘Bygmalion’.
Pero mientras eso sucede, en la República Dominicana, está el expresidente Hipólito Mejía, que entiende que haber sido elegido para ocupar la Primera Magistratura del Estado, es un salvoconducto para cometer todas clases de fechorías y está en contra de que sean acusados, sometidos, juzgados y condenados.
Pues para Hipólito, por haber sido Presidente de la República, hay que exonerarte de la culpa por acción u omisión cometidas.
Desde hace años Hipólito Mejia, viene con esa cantaleta, pero se cree que ahora le ha puesto más énfasis, por que la justicia de su país le está andando muy de cerca a su amigo, colega y protegido
expresidente de la República, Danilo Medina, y por lo que se observa este tiene un pie en la carcel y otro en la calle.
Pero supuestamente el expresidente, no solo ha mencionado este ambito, sino que se ha referido de que a personas de cargos importantes no se les someta a la justicia.
«A mí no me gusta, yo soy enemigo de la retaliación. A mí me hicieron muchas críticas cuando Leonel y la Fundación Global, yo dije que no», contestó el exmandatario al ser abordado sobre la posibilidad de que esto pueda ocurrir.
Como podemos ver el perseguir delitos finacieros y contra personas, cometidos por delincuentes desde el poder, para Mejía, no debe ocurrir.
«Consideró que a pesar de que la ley debe aplicar para todos, figuras de esa magnitud deben tener ciertos privilegios», proclamó. «Sí, yo creo que hay que tener privilegios, porque son presidentes», recalcó.
Añadió que perseguir algún mandatario o exmandatario es un problema y que él lo vio en otros países, por lo que no quisiera que aquí ocurriese.
«Lo que yo viví en varios países, fue la persecución de los presidentes, y eso trae muchos problemas, por eso yo dije que no me metan en retaliación», expresó.
Si su comentario molesta a algunas personas, que no importa, pero él está en contra de eso. «Si me quieren condenar por eso que me condenen, pero yo soy enemigo de la retaliación», repitió.
A Mejía, se le cuestionó además, sobre las declaraciones de Milagros Ortiz Bosch, de que se elimine el 50 +1 para poder decidir sobre un candidato presidencial.
«Dejémosle eso a los legisladores, y la gente que están en esa discusión a ver si es posible, la mayoría siempre debe ganar», respondió.
Sobre Punta Catalina y el fideicomiso, dijo que debe estar a cargo del Banco de Reservas por ser el banco del Estado. Y que no quisiera analizar si hubo o no corrupción, que prefiere dejarlo a la justicia.
«Yo no quisiera analizar eso, porque no tengo los números, vamos a dejárselo a la justicia que lo haga, ese fue y no deja de ser un elefante blanco».
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