Por Juan Tomás Valenzuela
Ya el país vuelve de nuevo
a la usual “normalidad”,
pese esto a la terquedad
de un grupo de mmg.
Al igual que el medioevo,
la ignorancia es el común,
por eso, será a sigún
el uso de mascarillas,
en la boca, la barbilla,
o el hoyito del betún.
Según dijo Abinader
en su alocución de anoche,
ya las feas no van en coche,
pues no hay nada que esconder.
El que quiera, puede hacer
como que no escucho nada,
las medidas derogadas
son de uso obligatorio,
por lo tanto, ese accesorio,
quien lo quiera usar… pues nada.
Lo que sí se recomienda,
a tó el que vaya a hacer fila,
es cubrirse las axilas
con cualquier tipo de prenda.
Es tiempo de que se entienda
que el aseo es obligado.
Sea usted miembro del Estado
o tan sólo un chiripero,
ese olor a estercolero,
ya no va a ser tolerado.
Que lo entienda claramente,
la señora Nalgarita,
que se enjuague esa boquita
con algún buen detergente.
Que no castigue a su gente
hablando pluma de burro,
que suprima los susurros
sobre temas expedito,
pues se le siente un halito
a excremento de paturro.
Juan de los Palotes
17 febrero 2022