Por Juan Tomás Valenzuela
La opinión de Nalgarita
de que ellos no son corruptos,
supone un salvoconducto
para el clan de esta “maidita”.
Las veríjas de Cuquita
(pá no decir los…)
no tienen comparaciones
afuera o dentro del partido,
y ni siquiera el ungido
le dá a ella por los talones.
Fue esta misma pervertida
que se fue de tienda a Europa,
a comprar sombrero y ropa
y cerró tó una avenida.
Fue la que más se dió vida
con los fondos del Estado,
tanto así, que el desgraciado
que ella tenía de marido,
la perdió, porque el ungido
le asignó más que a Conrado.
“La mujer que bate el cobre
no necesita marido”
y ella soltó a aquel bandido,
por desgreñáo, feo y pobre.
La que con sopa de sobre
se mantuvo es su niñez,
tiene la desfachatez
de decir que por dinero,
ni ella ni el villajuanero
se han visto frente al “inglés”.
Decirme que estos bandidos
que crecieron en la hambruna,
y ahora son ricos de cuna
por tó lo que se han cogido,
no llegaron al partido
solo detrás del botín,
yo creo que ni Chapatín,
el personaje del Chavo,
le va a creer ese clavo
a la doble de Yailin.
Juan de los Palotes
19 marzo 2022