Por Sin Reservas
El Presidente de la República, Luis Abinader, debe abandonar la mala costumbre de Danilo Medina, de andar calle arriba y calle abajo, y sentarse a analizar que va a hacer con las instituciones que usan uniformes oficiales y que tienen que ver con orden público.
Este país esta hastiado de que todo el que quiera buscarse dinero y bienes malhabidos, se arrime a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional, y que no aparezca una autoridad que imponga las leyes a estos delincuentes uniformados.
Es raro que transcurra una semana y que estos individuos no sean noticia desagradable, cuando no es que agreden fisicamente, es que andan robando inmuebles u otra fechoría cometida por un militar o por un policía sale a relucir.
Y lo triste es que «el mojón no coge cabeza», ya que después de que uno de los más grande u oficial superior entre ellos, un Mayor General, Adán Cáceres Silvestre, está tras las rejas, de estos, ni el más bajo, se ven en ese espejo, y no escatiman oportunidad para delinquir.
Observe en el vídeo siguiente la actitud de este pobre infeliz (para no decirle mamarracho) de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD):
Este tipo de vainas, abuso, tigueraje, robo, saqueo, prepotencia, engreimiento, delito, no puede continuar, pues a pesar de tantas fechorías que estos elementos cometen, Dios, cuida a los ciudadanos decentes, que no tenemos tragedias constantes, por que la provocación de estos tipos es insoportable.
Abinader, usted debe de ejercer la autoridad que le conferimos el 5 de julio del año 2020, para que meta en cintura a los delincuentes, y el que no esté dispuesto a regirse por las leyes que se largue para su casa, pero no podemos continuar con tantos bandidos en las instituciones de orden público.
Usted proclamó en par de ocaciones que «nadie» está por encima de la Ley, pero es lo contrario «nadie» SÍ esta por encima de la Ley, «nadie» hace lo que le da la gana, por encima de no de la Ley, lo está haciendo por encima de usted.
Es tiempo yá Abinader, de darse a respetar, dé aunque sea un ejemplo, para eso lo elegimos, preséntese al lugar de estas fechorías e imponga su autoridad, y demuestrele a esos delincuentes que SÍ están al margen de la Ley y que eso usted no lo va a permitir.
El pueblo esta jarto de que cualquier mequetrefe, cualquier pelafustán, se crea que por que tiene un arma de reglamento, que le compramos y le pusimos un uniforme, que le compramos, puede avasallar a quien le parezca.
«Ya’ta bueno de’ta vaina»
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