Por Juan Tomás Valenzuela
Mientras que las feministas
gastan sus cuartos en lipo,
los machos buscan un tipo
con el que agrandar su lista.
Ellas van a la modista
para hacerse un traje sastre,
y el hombre arrastrando el lastre
de sus sueños reprimidos,
se lo pega a otro “marido”,
ocasionando un desastre.
Esto no me pasó a mi…
¡Dios! De ninguna manera,
le pasó a una feisbulera
que andaba enseñando el fuí.
Mientras ella andaba así,
promoviendo su “negocio”,
el marío tenía otro socio
más promiscuo que Cavada,
que le daba sus mamadas
en los momentos de ocio.
El marío, desacatáo
en un yipe Rubicon,
se cogía su mari…
como si fuera endrogáo.
Pero lo que el desgraciáo
no imagino en su accionar,
era que ella iba a llegar
con su nenita en los brazos,
para que vea a este pelmazo
comiéndose ese animal.
Esa vergüenza sufrida
por mi amigo Alex Pasola,
la sufrió, de carambola,
Nalgarita en su partida.
Esa cachifa engreída
que fue vice de Danilo,
también le dió un retahilo
al cuejnú de Villa Juana,
cuando le quitó las ganas
al Hombre Araña en un hilo.
Juan de los Palotes
28 abril 2022