La desesperación es parte del fracaso

Por Miguel Florentino Jiménez

Mi padre nos decía con mucha frecuencia que «la desesperación es parte del fracaso», y por tal motivo debíamos controlar y administrar las emociones, pues de esta manera podría alcanzar el éxito personal.

Según han pasado los años y las experiencias acumuladas confirmamos la sapiencia de nuestro padre, por tal motivo nos hemos dedicado a observar las acciones y actitudes de nuestros adversarios políticos de esta manera podemos tener claro su estado real.

Un político cuando actúa con desesperación comete muchos errores y hasta su comportamiento lo delata, al mismo tiempo cambia su actitud de ser una persona simpática y agradable, y se convierte en odioso, prepotente, mal hablado y soberbio.

Estás conductas son señales de desesperación aunque también crean un panorama inexistente y querer forzar a los demás a creer esa realidad es el reflejo de la DESESPERACIÓN.

Otra recomendación recibida por nuestro padre, fue que «todo tiene su tiempo», lo que hoy es no necesariamente sea mañana, la vida es cíclica, los liderazgos se agotan, las figuras se desgastan, el poder termina, la salud se pierde y hasta la vida, es decir creerse que todo es eterno nos convierte en tontos.

Cuando tenemos la prudencia de observar las acciones de los demás podemos descifrar hasta cada uno de sus movimientos y su desesperación nos trazará nuestras jugadas.

En política no hay enemigos pequeños por eso entendemos que es una mala estrategia minimizar al enemigo ya que no sabemos realmente cuál es el objetivo de ese enemigo político.

El autor es: Abogado, articulista y comentarista de radio y televisión

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