Por Sin Reservas
El helipuerto del Hospital Metropolitano de Santiago (Homs), opera entre la inseguridad de cables de alta tensión, sin protección y ni autorización que debe emitir el organismo encargado de regular las operaciones aéreas en República Dominicana como lo es el Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC)
Lleva varios años operando sin tomar en cuenta la seguridad aérea y sin que el Instituto Dominicano de aviación Civil le haya prohibido sus operaciones de despegue y aterrizaje de helicópteros.
En información solicitada a través de la ley 200-04 al Departamento de Normas de Vuelo del Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC) que dirige el ex piloto aviador Gabriel Medina, nos informa que ellos le dieron la autorización para la construcción del mismo, no así la autorización de operación. Esto a pesar de operar próximo al aeropuerto Cibao y de que supuestamente el IDAC no se ha enterado de que en el Homs llevan varios años utilizando el helipuerto, lo que da a entender que en caso de un accidente el único culpable será el piloto aviador.
Para contactar si las operaciones eran a discreción de los pilotos aviadores un reportero de El Aviador llamó al Homs al teléfono 829-947-2222 y el encargado de seguridad expresó que el único requisito para usted despegar o aterrizar en este helipuerto era el no permanecer por mucho tiempo en el mismo.
En los requisitos para los permisos a empresas y el tiempo de servicio para las solicitudes de aprobación de operación de aeródromos, aeropuertos o helipuertos para verificar que haya sido construido con la reglamentación nacional y de acuerdo a los planos presentados es de 30 días hábiles para emitir la aprobación de los mismos
Los helipuertos que aparecen aprobados en la Publicación de Información Aeronáutica de la República Dominicana (AIP), en la zona norte son Cemento Cibao, Finca Palo Alto, Induveca, Militar Dajabón, Punta Mangle Rancho Cruz y Rancho Mar Bech Resort. Los demás operan con conocimiento de los inspectores del IDAC pero sin tomar ninguna acción hasta tanto suceda alguna desgracia.
Cortesía: Pedro Domínguez, elaviador.do