Por Juan Tomás Valenzuela
Quien se tomó la demanda
contra Miriam, por su acción,
fue el más corrupto, ladrón
e inútil de la otra banda.
El mañoso que demanda
a Miriam, a responder,
fue el que no lo pudo hacer
la vez que fue demandado,
junto al otro descarado,
cuando ejercían el poder.
Es Julio Martínez Pozo
el que a la procuradora,
la instiga a que hable ahora
frente al cuerpo de babosos,
que de modo pernicioso
la incitan a dar respuesta,
frente a la figura muerta
que yace tras de la puerta
de la asusta funeraria,
cuál si fuera una sicaria
que ya tiene el agua puesta.
Aunque hablando un tanto airada,
la escueta procuradora,
les dijo que no es la hora
de estar hablando bobadas.
Que ese estilo de Cavada
de tomarse todo a chercha,
de enliar en la misma lercha
a agredidos y agresores,
no es pá comunicadores
ni pá gente que se empercha.
El periodismo rastrero
que azuza Martínez Pozo,
es vulgar, es insidioso,
es estupido y grosero.
Tan solo a este bandolero
y a los que piensan como él,
se le ocurre pretender
que en medio de este dolor,
se opine del matador
y de qué se piensa hacer.
Juan de los Palotes
8 junio 2022