Por Juan Tomás Valenzuela
Una vez lo dije yo,
y ahora lo recalca el Papa,
la prensa está en una etapa
que ataca a todos por tó.
El prigilio se perdió,
también se perdió el respeto,
y por lo tanto, el objeto
de servir información,
se ha vuelto la munición
de estos sórdidos sujetos.
Desde que la información
se ha vuelto un vulgar negocio,
se perdió aquel sacerdocio
de informar con aprensión.
Hoy, la desesperación
de “subir” una exclusiva,
tiene a tó estas megadivas
y reporteros de oficio,
enganchados, por el vicio
de una tendencia furtiva.
De acuerdo al Sumo Pontífice
(y claro, yo pienso igual)
el ejercicio barrial
se convirtió en el artífice,
de que es más lo que se dice,
solo por ganar tendencia,
que lo que la pertinencia
permite que se demuestre,
en este ejercicio ecuestre
de animar la concurrencia.
Por ahí anda Alicia Ortega
joseando como una loca,
más decidida a hacer coca
como mucho otros colegas,
que a dignificar su entrega
apegada a la verdad,
y no con la mezquindad
conque habló de la pintura,
cuando ni ella fue tan pura
al hacerlo con maldad.
Juan de los Palotes
20 junio 2022