Por Juan Tomás Valenzuela
En el portal Transparencia,
sale la Contraloria
con una puntual valía
de 100% en gerencia.
Es proverbial la eficiencia
del amigo Catalino,
que sin actos de adivino
ha limpiado su escritorio,
del impúdico jorgorio
que armán el ñú y el felino.
El anterior incumbente
que fungía de contralor,
igual que el procurador
tenía un manejo indecente.
La suerte que el presidente
se fijó en Freddy Correa,
quien ha hecho lo que sea
para limpiar el Estado,
de este grupo de avezados
que creen que están en Crimea.
La reciente evaluación
del Portal de Transparencia,
certifica esta gerencia
de libre de corrupción.
Es propicia la ocasión
para evaluar el pasado,
en que había sido nombrado
Rafelito Germosén,
quien al salir, lo cogién
con los dedos embarrados.
Germosén fue contralor
entre el doce y dieciséis,
vivía en la torre Caney
como todo malhechor.
Pero cometió el error
de andar mostrando riquezas,
muy lejos de la pobreza
aquella en que había nacido,
y hoy, al igual que el ungido,
no puede alzar la cabeza.
La gestión que hoy se evalúa
es la de Freddy Correa,
un hombre que no chancea
cuando algo se desvirtúa.
Freddy tiene en capicúa
a todas las dependencias,
y al que muestra negligencia
o manejo descortés,
lo manda seguido al juez
a cumplir su penitencia.
Juan de los Palotes
22 junio 2022