Por Juan Tomás Valenzuela
Por distintas circunstancias,
el gobierno nacional,
ha tenío que cesantear
a diez de su militancia.
Luis, ha marcado distancia
con todos los funcionarios,
sin importar huso horario
ni cercanías afectivas,
dispuesto a tirar pá arriba
a quien pellizque el erario.
Hasta esta fecha van diez,
pero oí recientemente
que la lista de incumbentes
avanza con rápidez.
Se fue la de la niñez,
tan solo hace par de días,
y Velazco, el de Energía,
presentó renuncia anoche,
pá evitarse el otro boche
que Abinader, le daría.
Han caído de la mata
igual que mangos maduros,
renunciando por apuros,
otros a golpe ‘e culata.
Luis, tá peor que La Tata
con no dejarse engañar,
y el que crea que va jugar,
con su impoluto criterio,
que deje su ministerio,
porque él no va a perdonar.
Aquella frase famosa
que había acuñado el ungido,
de que tan solo por ruido
echarían gente a la fosa,
son Luis, y Raquel (su esposa)
que la están llevando a cabo,
y le están pisando el rabo
a todos los funcionarios,
que han creído que el erario
es pá buscarse unos chavos.
Diez, tán solo es una muestra
del temple de Abinader,
y en agosto va a barrer,
botando a diestra y siniestra.
La gavillería siniestra,
que andaba buscando un cambio,
y que ahora, de intercambio,
comulgan con el pasado,
sepan que están avisados,
porque en agosto hay recambio.
Juan de los Palotes
1 agosto 2022