Por Washington Cabello
(CITÉ SOLEIL, Haití).- Debemos estar claros en que ni en la selva los animales se comportan como esta especie que vive en lo que le llaman Haití, pues es inaudito que este tipo de viles acciones criminales no sea algo esporadico, sino el modus operandi de estos salvajes.
Pero que puede esperar la Prensa (los periodistas), cuando estos satánicos asesinan indefensas mujeres que decidieron servirle al Dios Todopoderoso a través de ellos, y que ni siquiera son de su estirpe, sino que emigran de lejanas tierras a darles las manos a los infelices haitianos, principalmente niños que la gran mayoría aún no entienden lo que pasa y que todavía no les han envenenados sus mentes.
Las víctimas, que componían un grupo de siete que realizaban el domingo un reportaje en el barrio haitiano de Cité Soleil, escenario de un sangriento enfrentamiento entre bandas, fueron asesinados y quemados, informó este lunes la prensa haitiana.
Los periodistas fueron identificados como Frantzsen Charles, que trabajaba para FS News, y Tayson Lartigue, de Ti Jenn Jounalis.
Garry Desrosiers, portavoz de la Policía Nacional, dijo tener «conocimiento, a través de la prensa, de que cinco de los periodistas «salieron con dificultad» del lugar y, según ellos, «los otros dos fueron disparados», informó EFE.
«Tenemos información de que han sido asesinados», continuó, sin embargo, precisó que la información no ha podido ser confirmada oficialmente.
Aprovechó para sugerirle a los periodistas a tener cuidado cuando vayan a barrios como Cité Soleil, que están en constante guerra.
«Hay que tener un mínimo de información. Hay que tener cuidado», dijo, y animó a los cinco periodistas que pudieron salir a acudir a la Dirección Central de la Policía Judicial para explicar lo sucedido.
El enfrentamiento entre bandas armadas ha dejado ya más de 300 muertos en Haití y ha llevado a huir a más de 3,000 personas de la violencia del área metropolitana de Puerto Príncipe.
Haití está sumido en una profunda crisis social, económica, política y de violencia, agravada tras el asesinato hace un año del presidente Jovenel Moïse.
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