Por Maximino Brito Lazala
El general Pedro Santana, dio una pensión a su bisabuela. El ilustre municipe y gran intelectual Zambrano, guardó la historia para traernos hasta aquí.
Cuando de frente la miré, la profundidad de su mirada me llegó al alma, y mi mente se llenó de pensamientos, como ella me hablaba: «Haz justicia a mis ancestros» y sentí una profunda nostalgia, de esa parte de la historia no contada.
Es que está tan cerca de nosotros… cómo llegó el olvido? Porque BOYÁ que fue el centro donde venían los aborigenes, solo es grande en la cabeza genial del biznieto del Ministro de Defesa del Presidente Lilís en cuyo museo se conserva el plato en que comió Lilís, cuando Boyá.
Lidia Macarrulla y su fundación, guiado por el gran economista y escritor Zambrano, hicieron una casita casi al lado de la Iglesia colonial construída en el año 1656, donde fue Bautizado el Cacique Enriquillo, y que el próximo 27 de este mes de septiembre se celebra el Día del Cacique Enriquillo, y Boyá olvidada espera ser redimida, mientras se extingue el testimonio vivo, de la raza que pobló la isla inocente, a la que el Gran Almirante amó y admiró con gran fervor, y que el Museo Zambrano guarda esa memorias.
Hay que ir al Museo Zambrano, y ver todas sus memorias históricas, y el testimonio de una raza que pobló la isla, mientras Boyá resplandece, y vuelve ocupar su lugar histórico.
El autor es: Ingeniero, empresario y experto en Geopolítica
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