Por Juan Tomás Valenzuela
Después que el villajuanero
lanzó la primera bola,
Pujols, no ha dáo pie con bola
como insigne toletero.
Invitar a este rastrero
al estadio de Baseball,
será su mayor error
desde que entró a Grandes Ligas,
a trabajar como hormiga
pá algún día ser el mejor.
Pujols, llevaba buen ritmo
hasta que invitó a Leonel,
el despreciable lebrel
que llevó al pueblo al abismo.
Ataviado de cinismo,
con una cachucha roja,
este rufián que aún se moja
las tablas de la canoa,
hizo un lanzamiento a tóa
para que Albert, la recoja.
Albert, no debió jamás
invitar a este mangino,
que a más de un cornudo fino,
roba más que Barrabás.
Desprovisto de antifaz,
pero con guante de seda,
solo se vió la humareda
del fogoso lanzamiento,
en que el amo de los viento
produjo un toque de queda.
Todo el planeta fue a ver
a este mañoso lanzando,
pero nadie está observado
que Pujols, no ha vuelto a ser,
el bateador de poder
que ante que este hampón,
llegará con tufo a ron
al Play de los Cardenales,
para que, entre otros males,
Pujols, no dé otro Home Run.
Juan de los Palotes
20 septiembre 2022