Por Maximino Brito Lazala
En nuestros días de universitarios Cat Steven, nos sorprendió con un canto LA MAÑANA SE HA ROTO (Morning have broken) y de este lado del Atlántico nacía Una primavera para el mundo, Fernando Casado, cantaba su mejor versión al sublime amor expresado por la creaci♀n, mientras se rompía la mañana y los pajaros cantaban, como las primeras aves, porque el canto es la libertad del alma en su verdadera magnitud.
El poder de cantar es el bálsamo que sana la tristeza, y esa noche Josué Natanael, besó la luna con su voz y la alegría de mi alma circundó la tierra, el miedo escénico se quedó atrás, y levantamos los brazos para tener la certeza que nuestro cuerpo se rendía a esa sinfonía de amor, donde México nos dio la música y un sombrero charro como si hablara parecía decir: ¡¡¡Que viva la amistad!!!.
Entre tanta desesperanza y tanta incertidumbre, Por qué no canta? Tararea esa canción que cantaste el día que nació el amor por primera vez a esa muchacha de pelo largo en la clase de historia o cuando la miraste y sonreido oíste: Bobo, no sea tan bobo, declarate de una vez.
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O cuando esa jovencita sintió que el corazón le hacía tuqui, tuqui cuando miró en pantalones corto al primer amor de su vida.
Al despertar al nuevo día, levantemos las manos caídas, las piernas paralizadas y vamos a cantar, a la madre, al padre épico, al amigo, a nuestros sueños, a los hijos, al amor, al Dios Eterno, porque la hermosura de la vida está en un canto, y que viva el amor, que viva la amistad.
El autor es: Ingeniero, Empresario (Presidente del Fondo Privado de Inversión), Experto en Geopolítica y Negocios y Poeta
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