Por Sin Reservas
Sin dudas que queda demostrado que el mismo diablo es el títiritero de Luis Abinader, y este es quien manda en el Palacio Nacional.
Esto hace posible que los delincuentes internacionales tengan ventajas en su maldito accionar propagador de todas clases de degeneraciones, como la prostitución aberrante de niños que propaga esta satánica.
A eso se prestan Abinader y su mujer, Raquel Arbaje, que han utilizado las funciones para la degradación moral encubierta.
La suelte que les queda poco tiempo, esperamos que no se profundicen los daños de toda índole que estos farsantes traidores están ocasionando.
Escuche lo que pregona esta hija del mismo diablo:
*