Por José Luis de la Calva
(PRAGA, República Checa) El asesino terrorista David Kozák, un satánito malvado que tras asesinar a su padre y publicarlo, se dirigió a la Universidad Carolina, en el centro de Praga y cometió una masacre.
El criminal penetró al edificio de la Facultad de Filosofía y disparó indiscriminadamente, causando la matanza de 15 personas e hiriendo a 24. De ahí se dirigió al tejado del edificio, y empezó a dispararle a los transeúntes en la calle, donde fue asediado por agentes de la Policía de Praga, suicidándose con una escopeta de corto alcance.
Los informes policiales dan cuenta de que el delincuente tenía licencia de armas, que portaba municiones para haber causado una matanza aún mayor, y que se evitó por la rápida intervención policial.
«Por la cantidad de munición encontrada, podría haber sido una tragedia mayúscula si no hubiéramos puesto presión en el agresor», dijo el jefe de la Policía de Praga, Petr Matejicek.
Los primeros agentes llegaron al lugar a los pocos minutos de que el tirador, identificado mientras tanto como un estudiante checo de 24 años, empezara a disparar. Los agentes ya llevaban horas buscando al sospechoso, después de haber encontrado el cadáver de su padre en su casa en la localidad de Hostoun, a 35 kilómetros de Praga, informa Radio Praga.
En total, más de 220 agentes participaron en el operativo policial, precisó Matejicek.
La policía no ha querido de momento precisar el tipo de arma ni de munición que fueron utilizadas a la mascara, la más grave perpetrada en el país centroeuropeo en décadas.
Según los relatos de testigos, la presencia del agresor en el edificio universitario generó escenas dramáticas, como la de personas saliendo a las cornisas y saltando a un patio situado en un piso inferior.
Entre las víctimas mortales está Lenka Hlavkova, la directora del Instituto de Musicología de la Universidad Carolina de Praga, el más antigua de Europa Central. También hubo estudiantes que montaron barricadas en las puerta de sus clases, para evitar que el agresor entrara.
Según la Policía checa, sus agentes ya buscaban al sospechoso por otro crimen, cometido en la víspera en la localidad de Hostoun, 35 kilómetros al este de Praga.
Además, el autor de la masacre de ayer parece haber sido el autor de otro doble asesinato, un padre de 32 años y su bebe de meses, en un bosque cerca de Praga el pasado 15 de diciembre.
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