Rabat, 4 mar (EFE).- La exposición «El Marruecos medieval: un imperio de África a España«, que presenta 200 piezas de los siglos X al XIV, fue inaugurada hoy en el Museo Mohamed VI de Rabat tras haber pasado cuatro meses en el Louvre de París, donde recibió la vista de casi 200.000 personas.
Manuscritos, portales de madera, sarcófagos, platos, ánforas o lámparas se muestran en esta exposición, primera de su género en el país y en la que la mayoría de piezas proceden de Marruecos, con otras prestadas por museos de España, Francia, Portugal o Italia.
Muchas de las piezas marroquíes nunca se habían exhibido al público, ya sea porque proceden de colecciones privadas o porque son todavía objetos de uso en mezquitas o bibliotecas, como la impresionante lámpara de la mezquita de Al Qarawiyin de Fez.
La muestra se ha concentrado en cuatro dinastías marroquíes: la idrisi, con la que se considera que nació Marruecos, la almohade y almoravide (que reinaron en Al Andalus además de en Marruecos) y la meriní, que hizo de la ciudad de Fez su gran centro de poder político y espiritual.
Bahija Simou, comisaria de la exposición junto con Yannick Lintz, del Museo del Louvre, destacó el hecho de que Marruecos posea un patrimonio medieval muy rico y aún vivo, que hacen que la ciudad de Fez sea «un museo abierto al aire libre».
La preparación de la exposición ha permitido «repensar nuestro patrimonio» y sacar los objetos históricos de sus refugios, agregó.
Al respecto, Simou destacó la complejidad de sacar de las callejuelas de la medida de Fez objetos muy delicados y de gran valor, en muchos casos pesados y voluminosos, lo que tuvo que hacerse en horarios nocturnos y con la participación de militares y de protección civil.
La exposición estará abierta oficialmente durante tres meses, hasta el 3 de junio, y es muy probable que en una tercera etapa viaje a Madrid, al Museo Arqueológico Nacional.
El director del Museo Mohamed VI de Rabat, Abdelaziz Idrissi, mostró su satisfacción por que su país, gracias a este museo, haya entrado en el circuito internacional de préstamos artísticos, y de que todo esto haya contribuido a «democratizar el arte» para los marroquíes.