Por Washington Cabello
(CARACAS, Venezuela).- Tras la eliminación en el Líbano, de Hassan Nasrallah, Jefe de Hezbolá y de los miembros venezolanos de ésta organización criminal terrorista Vladimir Padrino López, Diosdado Cabello, y el títere de estos dos, Nicolás Maduro, estos tres andan con pañales.
El pánico de estos tres miembros del Triunvirato y jefes narcoterroristas del Cartel de los Soles se acrecentó cuando las maletas Louis Vuitton se alejaron de Venezuela, y el títere se hizo eco sin imaginar su contenido, las actas alectorales que atestiguan la victoria del pueblo, no de Edmundo González Urrutia.
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Más cuando la embajadora de Israel en Costa Rica, Mijal Gur Aryeh, denunció a estos delincuentes de Miraflores como miembros de Hezbolá, y dijo que hay bases de Irán y Hezbolá en Venezuela y Bolivia, y además explotaron los beepers en El Líbano la inestabilidad emocional de estos siguió creciendo, pues hasta pensaron como ivan a seguir utilizando sus teléfonos celulares, así como cuando Israel mandó al infierno al jefe de Hamás en Gaza, Yahya Sinwar.
Pero lo que en estos días no los deja dormir es que Donald Trump, arroyó en las elecciones estadounidense, y para coronar la Ministra de Seguridad de la Nación Argentina, Patricia Bullrich, reveló al mundo que Venezuela le dió documentos falsos al jefe de Hezbolá, Hussein Ahmad Karaki, encargado de asesinar en América Latina.
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A este criminal el Mossad ya lo había vinculado al atentado terrorista contra la embajada de Israel en Buenos Aires en el año 1992.
Hay más, antes de la revelación de Bullrich, le explotó una dinamita a la organización criminal que dirigen los narcoterroristas Padrino, Cabello y Maduro, la cual fue fabricada por Donald Trump, le llaman Marcos Rubio.
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