Por José Luis de la Calva
(LAHORE, Pakistán).- Un maldito suicida terrorista talibán se hizo estallar en un parque, asesinando alrededor de 70 personas e hiriendo a mas de 300, en su mayoría niños y mujeres, informó el superintendente de policía de la zona.
El gobierno de Estados Unidos condenó de inmediato el atentado tildándolo de «cobarde» y «espantoso».
Mustansar Feroz, dijo que la explosión se produjo en el aparcamiento del parque Gulshan Iqbal de Lahore, de la provincia Punjab, próximo a la zona de juegos infantiles, donde están los columpios.
El Gobierno provincial de Punjab, la más poblada y pacifica, donde se encuentra la sede del primer ministro, Nawaz Sharif, escribió en Twitter que se ha declarado tres días de luto oficial y el estado de emergencia en todos los hospitales. Asimismo que Pakistán sufre la violencia de la insurgencia talibán, las bandas criminales y la violencia sectaria.
Los hijos del diablo, la facción talibán Jamaat-ul-Ahrar -que ha reivindicado el atentado, han proclamado que su objetivo son los cristianos.
«El objetivo eran los cristianos que celebraban la Pascua. Queremos enviar este mensaje al primer ministro Nawaz Sharif: hemos entrado en Lahore. Puede hacer lo que quiera, pero no podrá detenernos. Nuestros terroristas suicidas continuarán con estos ataques», dicen los asesinos en su comunicado.
Y Feroz aseguró que en realidad sí, la minoría cristiana fue el objetivo del asesino (kamikaze), y agregó que tal parece lo planificaron por ser un parque muy concurrido a esas horas de la tarde, estaba lleno de familias y mas hoy debido a las conmemoración de la Pascua de Resurrección.
Mohamed Salim, portavoz de la policía dijo que la labor de rescate aun continua, que la cifra de victimas variará y que los heridos han sido llevados a los hospitales.
Añadió que la institución policial esta colaborando con el ejercito que esta al servicio de la seguridad y de rescate.
Pakistán en el 2014, lanzó ataques contra los talibanes y grupos yihadistas afiliados en Waziristán del Norte, tratando de privarles de los refugios desde los que preparan sus atentados en Pakistán y Afganistán.