Por Sin Reservas
Los que no estamos muy embuídos en algunos deportes no conocemos su historia, como es la del fútbol en la República Dominicana.
Ahora que ha tocado darle el último adiós al Inmortal del Deporte Dominicano Fortunato Mendoza, conocido por el sobrenombre de «Quispe», quien falleció el pasado viernes, día 14 de los corrientes, nos enteramos que fue un ciudadano nacido en Cochabamba, Bolivia, y que llevaba más de 50 años residiendo en el país.
El deceso de Quispe Mendoza, quien tenía 88 años de edad, se produjo como consecuencia de una larga enfermedad. Algunos afirman y lamentan que fue olvidado por el fútbol.
Don Quispe, es considerado como ícono del fútbol dominicano, fue el fundador de la primera asociación de esa disciplina deportiva y exaltado al Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano en el año 2011, en calidad de propulsor.
Arribó a la RD en el año 1965, en plena revolución, en representación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), a cumplir una labor en defensa de los trabajadores sindicalizados que sufrían la embestida del sistema. Y concomitantemente se integró a colaborar y servir al fútbol.
Considerado un dirigente y excelente entrenador, un hombre honesto, gran ser humano. Laboró en diferentes instituciones en las que realizó un trabajo sin pausa para recibir grandes elogios de dirigentes, entrenadores, miembros de diferentes organizaciones y colaboradores del fútbol, por lo que estos lamentaron su fallecimiento.
Los periodistas Félix Disla Gómez y Rolando Bauger, especialistas en fútbol, coincidieron en que falleció uno de los más valiosos dirigentes y entrenadores que ha tenido el fútbol dominicano
Varias personas a través de las redes sociales, programas radiales y televisivos especializados en deporte, consideraron que el país pierde el mayor propulsor del fútbol que ha tenido.
Entre los que expresaron sus condolencias se encuentran Dionisio Guzmán, presidente del Pabellón de la Fama; Rubén García, presidente de la Federación Dominicana de Fútbol (FDF); Felipe -El Jay- Payano, exministro de Deportes; Antonio Acosta, presidente del Comité Olímpico Dominicano,se unieron al dolor que embarga al deporte y en especial a la familia del fútbol nacional.
Felix Disla Gómez, escribió
Nos conocimos en 1973, en Moca, cuando el equipo femenino de esa ciudad le reclamaba un trofeo de campeonas en el primer torneo nacional de esa rama que él había organizado. Lo publicamos en un periódico mocano, El Viaducto, y no le gustó. Siempre recordábamos a carcajadas ese hecho.
Luego, lo encontramos como nuestro profesor de deportes (fútbol) cuando ingresamos a la UASD en 1975. Muchas veces nos delegaba las clases y se marchaba a alguna diligencia. Pero solo me puso un 80, y yo era su “monitor”.
Con Fortunato Quispe Mendoza a partir de ahí nos unió una gran amistad que solo la distancia por andar por caminos diferentes en los últimos años no se manifestaba, pero estábamos ahí. Hablábamos mucho de fútbol, de los proyectos que tenía (siempre tenía un proyecto, un nuevo club que formar, un nuevo pueblo que visitar, un entrenamiento que ofrecer, unos balones o trofeos que recolectar, siempre pensando en sembrar el fútbol, su pasión deportiva.
Como también hablábamos de su otra pasión, su país de origen, Bolivia. Se mantenía al tanto de todo lo que acontecía en esa nación andina.
Quispe Mendoza falleció el pasado viernes a los 87 años, de los cuales más de 50 los dedicó a fomentar el fútbol en la República Dominicana. En su sepelio se resaltaron importantes valores que le adornaban: ética, moral, humildad, desprendimiento y su amor por el fútbol… y por su familia.
Se ha marchado un tanto olvidado, pero nadie puede ignorar que fue quien sembró la semilla del fútbol a nivel nacional. Las nuevas generaciones de futbolistas deben conocer su historia. El fútbol y el deporte nacional están obligados a propagar las enseñanzas de Quispe Mendoza.
*