Por José Luis de la Calva
(JOR, Qatar).- Todo está listo para que esta noche se cante gol en este país, con el banderazo de salida que dejará inaugurado el Mundial de Fútbol «Qatar 2022».
En un Mundial cargado de críticas desde el instante en que Qatar fue seleccionado como sede, un país sin tradición de fútbol y con un equipo peor del ránking. En el lugar 50 de la FIFA, solo por encima de Arabia Saudita, que está en el 51, y Ghana, en el lugar 61.
En el partido inaugural se enfrentaran los que han sido llamados los dos rivales «más débiles» del Grupo A, los anfitriones, la selección de Qatar, en su primera participación y la de Ecuador, quienes no pudieron clasificar para «Rusia 2018».
El encuentro a disputarse en el Estadio Al Bayt de la ciudad de Jor, con capacidad para 60 mil espectadores, donde el colegiado italiano Daniele Orsato, dará la orden de salida.
Jor es una ciudad costera en el norte de Qatar, con una población de 31,547 habitantes, ubicada a 50 Kms. al norte de la capital, Doha. Además, es capital del municipio de Jor. El nombre de la ciudad significa ‘arroyo’ en persa, porque la ciudad está situada en una cala.
El duelo aparece, sobre el papel, como el que mide a las dos teóricas cenicientas del grupo, en el que también figuran Países Bajos y Senegal, pero también dos combinados que, por razones diferentes, cubrirán con ilusión sus lagunas futbolísticas.
Ecuador, que se convirtió en una sorpresa en la región sudamericana al, en esta ocasión clasificar, posee un bloque sólido. Es su cuarta aprticipación en un Mundial y que de la mano de estrellas como Pervis Estupiñán, se ha colado en la élite del fútbol mundial.
Ecuador llega a Catar con una racha de 540 minutos sin recibir un gol, tanto en la fase de clasificación, en la que fue el tercer equipo menos goleado tras las dos gigantes, como en los amistosos previos que sirven para ajustar los bloques.
Los ecuatorianos con la fortaleza creada por el argentino Gustavo Alfaro, la única que fue capaz de rivalizar con Argentina y Brasil (contra quienes firmó sendos empates en las eliminatorias sudamericanas), quiere superar por segunda vez la fase de grupos, después de que lo hiciera en Alemania 2006 y, entonces, empezar a soñar con algo más.
«Nos pueden ganar como equipo, pero nadie nos va a ganar como grupo», proclamó Alfaro, que desentrañó las dificultades que han llevado a la Tri hasta Qatar y pintó un horizonte de ilusión, la de alguien que se fortalece superando baches.
La exclusión de la lista de Byron Castillo, el jugador cuya nacionalidad casi deja fuera a Ecuador del Mundial, que el técnico consideró que es otro acicate y aseguró que estará en los corazones de sus jugadores.
Mientras que Qatar, aspira a aprovechar su condición de anfitriona para elevarse como hicieron en el pasado otros equipos pequeños que organizaron el Mundial. Como Corea del Sur 2002, que acabó cuarta.
Nunca un anfitrión ha perdido en su arranque en un Mundial, una estadística que gusta al seleccionador español de Qatar, Félix Sánchez, un producto de «la Masía», el centro de formación del Barcelona, que desde 2006 trabaja en el país y desde 2017 dirige a la absoluta.
De la ciudad española, el técnico, que todavía no ha cumplido los 47 años, se trajo una forma de trabajar y un credo, el fútbol ofensivo, la construcción a partir de la posesión del balón, receta que dio sus frutos en 2019 cuando Catar logró el primer título del país, la Copa Asia, un éxito que desea proseguir en el Mundial.
Sánchez, se vistió de cordero, pero avisó de que Qatar lleva años esperando este momento y que buscarán poner en apuros a todos los rivales.
Como dijo Alfaro, «ellos llevan 12 años preparando este partido, ahora han ajustado detalles y es una selección muy ordenada, que puede complicarle la vida a cualquiera».
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