Por Sin Reservas
Fueron sepultados esta tarde los restos del campeón y precursor del automovilismo dominicano, Adriano Abreu Pérez, quien falleció mientras recibía atenciones en la clínica Corominas de Santiago.
«El Oso» como popularmente se le conoce, estuvo recluido por varios días en dicho centro médico, donde fue intervenido quirúrgicamente y aunque experimentó ligera mejoría no llegó a recuperarse y sucumbió de un derrame cerebral. Era hipertenso y padecía de diabetes, por esta última enfermedad estaba sometido a un proceso de diálisis.
Adriano Abreu, recibió las honras funebres en la Funeraria Blandino de Santiago y el último adiós a la 1:00 de la tarde en el cementerio de la avenida 30 de Marzo, que se encuentra justo al frente de la funeraria.
Al reconocido piloto, de 72 años de edad, le sobrevivn sus hijos Carolina, Adriano, Joel y Adriana Abreu.
La Dirección Minicipal de Santiago, del Partido Fuerza del Pueblo (FP), en la persona de Hamlet Otáñez, emitió un comunicado, uniéndose al dolor que embarga a sus familiares y a la familia automovilística, expresando:
«Para todos los dominicanos y especialmente para la sociedad de Santiago, constituye un profundo dolor la partida física del ilustre santiaguero y miembro del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano, Don Adriano Abreu, leyenda del automovilismo en América Latina», expresan.
«Extendemos nuestras condolencias a toda la familia, y muy sentidamente a nuestro compañero y amigo Adriano Abreu Sued, destacado dirigente de nuestro partido en la provincia de Santiago», agregan.
A continuación el tuit de la Dirección Minicipal de Santiago, del Partido Fuerza del Pueblo:
Nuestras más sentidas condolencias a toda la familia de Don #AdrianoAbreu, muy sentidamente a nuestro compañero @AdrianoAbreuS en nombre de #FPSantiago. pic.twitter.com/pjkogkl52R
— Hamlet Otáñez (@hamletotanez) August 28, 2020
Fue uno de los pilotos más rápidos que ha ha habido en el país. Multiple campeón del automovilismo, lo que le acarreó varios premios en la carrera de autos.
Desde sus inicios fue un piloto agresivo poniendo al público a vibrar con sus frenadas profundas y la agresividad en sus rebases, pero con la caballerosidad que caracteriza a un virtuoso del volante.
Su primer gran reto fue en el año 1971 cuando corrió en la Base Aérea de San Isidro, compitiendo en la categoría 0 a 1300cc obteniendo una impresionante victoria.
Fue campeón de todos los GTA y GTB, desde el año 1981 a 1985, en el Nissan, con su único 46. En el 280Z, ganó las tres horas de San Isidro en los años 1986, 1988, 1989 y 1990. En campeonatos GT en el país, ganó en los años del 1994 a 1997, Y recibió en más de 15 ocasiones el premio «Piloto del Año«.
Durante su vida de piloto de carreras de velocidad libró grandes batallas con el también piloto Luis Rafael Méndez, en la desaparecida pista del autódromo La Cumbre. Fueron las dos figuras más emblemáticas de ese circuito, por la rivalidad que mantenían en cada una de las carreras que libraron. En las décadas de los 80 y 90 fueron estos los dos principales protagonistas de la categoría GTS.
El más reciente reconocimiento en el renglon de «Leyendas Deportivas del Año» lo recibió en abril del año pasado en la primera entrega de los «Premios de Automovilismo Horacio Álvarez». realizados en las instalaciones de Escenario 360, de Galería 360, en la avenida John F. Kennedy
Cuando la Región del Cibao aún no había entrado el año 2000, hubo una generación que tenía gran pasión por la velocidad y las carreras, y dentro de ella brilló con mucha luz este deportista, marcando un antes y un después en la historia automovilística del país, convirtiéndose en un referente y orgullo.
La velocidad venía en su sangre. Y es que dentro de la familia Abreu, están los precursores del referido deporte en la República Dominicana, iniciando por su padre, Bienvenido Abreu, quien hizo de las pistas su lugar favorito, y que transmitió a sus hijos la misma pasión.
Fue designado mediante el Decreto 10-09, Asesor Deportivo del Poder Ejecutivo en materia de Automovilismo.
También en el mismo decreto su hijo Adriano de Jesús Abreu Pérez, también piloto, conocido como «El Osisto» como subsecretario de Estado de la juventud, el cual en una de sus estupideses Danilo Medina, destituyó, antes de largarse del Palacio Nacional.