Por Ricardo Bustos
Un informe de BBC mundo, publicado en el año 2012, ya daba cuenta de la tarea que lleva adelante un país preocupado por la educación de sus niños y jóvenes. No son los que más invierten en educación (menos del 7% del PIB), ni los que imponen la mayor carga horaria a los niños en las escuelas (608 horas lectivas en primaria en comparación con 875 de España, por ejemplo).
Tampoco se inclinan por dar cantidades excesivas de tarea para la casa; y, a la hora de evaluar formalmente el éxito del proceso de aprendizaje, un par de exámenes nacionales cuando los jóvenes dejan la escuela, a los 18 años, les basta.
Entonces, ¿cómo es posible que los alumnos de Finlandia siempre ocupen los primeros puestos en las listas internacionales que evalúan los niveles educativos?.
Mientras en América Latina las protestas estudiantiles y de Docentes ocurren con frecuencia, Finlandia parece haber encontrado un modelo -de educación gratuita de principio a fin y donde las escuelas privadas casi no existen- que tiene a los maestros y a los estudiantes contentos por igual.
Son muchos los factores que hacen que la educación en Finlandia sea una de las mejores del mundo, pero uno de los temas clave, según varios expertos consultados por BBC Mundo, es la calidad de los profesores.
«El profesorado tiene un nivel de formación extraordinaria, con una selección previa tan exigente que no se compara con ninguna otra en el mundo», le explica a BBC Mundo, Xavier Melgarejo, un psicólogo y psicopedagogo español que empezó a estudiar el sistema educativo en Finlandia hace más de una década.
Sólo entra en las «facultades» de educación gente con notas por encima de nueve, nueve y medio sobre diez. Son muy exigentes. Se les hacen pruebas de lectura, sensibilidad artística, de dominio de algún instrumento, de comunicación… Como resultado, las universidades sólo reclutan a un 10% de los estudiantes que se presentan y para ejercer la docencia todos los maestros necesitan hacer una maestría.
La contra parte de esta exigencia es el reconocimiento. No necesariamente en términos económicos, ya que los sueldos de los educadores no presentan grandes diferencias con el resto de Europa. «Los maestros son considerados profesionales académicos y tienen la responsabilidad de desarrollar su trabajo, por eso no se ejerce sobre ellos un control excesivo», le explica a BBC Mundo, Anita Lehikoinen, Secretaria Permanente del Ministerio de Educación y Cultura de Finlandia.
«Aquí no es como en otros sitios, no tenemos tantas normas. Podemos elegir cómo enseñamos. Tenemos más libertad. Pero esto significa también más responsabilidad», dice. Tú vales lo que sabes.
En Finlandia «la mayoría de los hogares están suscritos a uno o varios periódicos y ésta es una tradición que luego se pasa a los niños». Los medios indirectamente también ayudan al aprendizaje de la lectura. «Todos los programas de televisión en lengua original, la mayoría en inglés, están subtitulados y eso impulsa a los niños a aprender a leer y a aumentar la velocidad lectura».
Los finlandeses apuestan por la educación porque saben que como país pequeño, rodeado de vecinos poderosos como Rusia o Suecia y sin un arsenal de recursos naturales a su disposición, la cultura -su dominio en el ámbito del conocimiento- es lo que les da la posibilidad de competir en una economía global. Y puertas adentro, la excelencia en el nivel educativo se traduce «en un grado importante de cohesión social, que les permite a los finlandeses sentir que son parte de la sociedad, incluso en tiempos de crisis».
Quizá para completar parte del excelente informe de BBC mundo, podemos agregar que los niños empiezan la escuela a los 7 años, casi todas las escuelas son públicas, toda la educación es gratuita desde el preescolar hasta la Universidad, la comida y los materiales de estudio también son gratuitos, durante los primeros seis años de primaria es el mismo maestro para casi todas las asignaturas (como era antes en Argentina, por eso los mayores siempre recordamos a «nuestra querida maestra»).
La jornada escolar es de 8:30 a 15 hs. con media hora de descanso para el almuerzo, es decir que el alumno está incorporado en la escuela durante casi 7 horas «aprendiendo», se realizan exámenes nacionales cuando los alumnos tienen 18 años, el promedio de alumnos por clase es de 23.
Cuando planteamos grandes reformas educativas, por ejemplo, siempre involucramos a los maestros y a los alumnos, no se trata de órdenes del gobierno que los educadores tienen que acatar, son reformas que hemos preparado juntos.
Finlandia dedica a la educación el 6,8 % del PBI, mientras que Argentina el 6%, por lo tanto cuando se habla de inversión, aquí se debería hablar de tirar el dinero por las cloacas o bien porque nos están mintiendo ya que los resultados no son los esperados a la hora de evaluar a los estudiantes de cualquier edad.
Fuente BBC mundo, Xavier Melgarejo, psicólogo y psicopedagogo español. Anita Lehikoinen, Secretaria Permanente del Ministerio de Educación y Cultura de Finlandia. Hilkka-Roosa Nurmi, profesora de español e inglés que tiene experiencia como docente de estas lenguas en su país y en España.
«La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo». Nelson Mandela.
El autor es: Locutor Nacional-Comunicador.
Capiovi Misiones, Argentina
DNI 7788556