Por Sin Reservas
La detección de 14 brotes de peste porcina clásica (PPC) en granjas de Puerto Plata, Higüey, Hato Mayor, Santiago, y San Cristóbal ha provocado el sacrificio de 770 cerdos, informaron fuentes de la Dirección General de Ganadería.
Del total de 16 productores cuyo ganado presentaba síntomas de la peste porcina, dos poseen granjas grandes situadas en Benerito, Higüey, y en Las Avispas, Puerto Plata, mientras que el resto criaban en pocilgas familiares de Tamboril y Hato Mayor.
Por sacrificar a los animales, los ganaderos recibieron compensaciones por un total del 70 por ciento del valor de los cerdos, cantidad que, en conjunto, supera los 36,000 pesos.
Además de sacrificar el ganado de las explotaciones afectadas por la enfermedad, la institución ha puesto en marcha un operativo nacional de vacunación en un perímetro de diez kilómetros desde las áreas afectadas para evitar que la fiebre se extienda y, según las autoridades, los brotes ya están bajo control. Las autoridades continuarán aplicando los operativos de vacunación y vigilancia para frenar la enfermedad, cumpliendo el protocolo con vistas a declarar el país libre de peste porcina el año próximo.
Tras 15 años de vacunación continuada, el país no había registrado ni un solo caso de PPC, pero al retrasarse las inoculaciones previstas para el pasado enero, aparecieron estos 14 brotes.