Por Washington Cabello
(WASHINGTON, D.C., Estados Unidos).- Ya transcurrido un mes de que este país eliminara la asociación de malhechores que trajo desde esta capital desgracias en todos los ámbitos a sus ciudadanos y que recibirá sepultara el próximo día 20 de enero.
Después de soportar y padecer tantas fechorías, quisimos dar esta tregua de 30 días a ver como lo tomaban estos fieles difuntos, si, fieles, pues lo han tomado exactamente así, demostrando aferro y lealtad a lo que los llevó a su vergonzasa derrota, pues con raras excepciones días tras días vienen recalcando con la misma retórica del por qué perdieron.
El accionar antidemocrático exhibido por estos mal llamados «demócratas» durante los últimso 4 años, principalmente durante la elección y sustitución del candidato Joe Biden, los descalifica para ulitizar la palabra «Democracia».
La caterva de individuos que son los dueños y secuases de una cosa que al crearla utilizaron la palabra «Democracia» llamándola «Partido Demócrata», y que en muy poco tiempo demostraron todo lo contrario, por lo que hace tiempo debieron de cambiarselo por Partido Dictatorial o Divisionista o Satánico, hicieron todo lo posible por hacerse odiar -principalmente en los últimos 4 años- por el pueblo, no solo estadounidense sino por una gran población mundial.
Por tanto hoy lloran como mujeres lo que no supieron defender como hombres y mantienen su actitud satánica que los llevará el próximo 20 de enero fuera de la Casa Blanca (esperemos que por muchas décadas).
El pueblo se jartó de las fechorías de esta de asociación de malhechores, de la cual esta cosa que se hace llamar «Public Citizen» es miembro, y además forma parte del Clan de desesperados pedidores de dinero que encabeza la difunta Kamala Harris.
Public Citizen proclama la mentira de que miles le están donando, para con ella inducir a que los guanajos le den dinero con tal de continuar viviendo su vida de millonarios a costa de los pendejos (paguénle la deuda a Kamala, con esos miles de donantes).
Estos mamarrachos, hoy a un mes del «golpe de bolsón» no atinan a darse cuenta de que por eso lo recibieron, de que por eso perdieron vergonsozamente y continúan con la misma cantaleta y con mayor pánico.
A continuación como exponen el pánico y la desesperación estos terroristas, escribiendo y vociferando la misma sica que los sacó del poder, porque en días se le acaba su maldito chantaje y negociaso.
Una muestra de todas sus mierdas de siempre en un solo correo y el hedor que expele, a continuación. Que dicho sea este tipo de excrementos los envían más de una vez al día Public Citizen y todos los estos pelafustanes que perdieron las eleciones el pasado 5 de noviembre. Leamos:
a very real threat (Una amenaza muy real)
Public Citizen
Darse de baja2 dic 2024, 15:23 (hace 5 días)
Desde las elecciones, miles de personas han donado a Public Citizen en respuesta a nuestros correos electrónicos destacando algunas de las formas en que pretendemos enfrentar una segunda presidencia de Trump y algunas de las formas en que ya estamos trabajando juntos para contraatacar.
En primer lugar, nuestro agradecimiento a todos los que han contribuido durante estas últimas semanas.
En segundo lugar, queremos abordar algunas preguntas y comentarios que la gente ha compartido.
¿Qué pasa con la Corte Suprema?
Nuestros planes se centran en desafiar a la administración Trump en los tribunales, y la Corte Suprema actual es complicada.
Pero sólo una pequeña fracción de los casos judiciales llegan a la Corte Suprema. La gran mayoría de los casos nunca llegan a esa instancia. El equipo de abogados de élite de Public Citizen adoptará una estrategia para decidir qué casos aceptaremos y cómo demostraremos que la ley está del lado de los estadounidenses comunes.
Puede que no prevalezcamos en todos los casos, pero tampoco perderemos todos. Ni mucho menos. Tenemos experiencia y pericia en el uso del sistema jurídico para defender a la gente común y los valores progresistas, incluso cuando el terreno de juego no es perfectamente parejo.
¿Cuánto podemos hacer realmente cuando los republicanos controlen la Casa Blanca, el Senado y la Cámara de Representantes?
No nos hacemos ilusiones de que podemos detener cada cosa terrible que Trump y sus acólitos de MAGA intentan hacer legislativamente.
Pero ha habido muchas veces a lo largo de la historia de nuestra nación en que el mismo partido controlaba la presidencia y ambas cámaras del Congreso —un llamado “gobierno unificado”— y aún así no era capaz de hacer todo lo que quería.
Los republicanos controlaron tanto la Cámara de Representantes como el Senado durante los dos primeros años de mandato de Donald Trump. Y sí, aprobaron una desastrosa reducción de impuestos que benefició a los multimillonarios y a las grandes empresas a expensas del pueblo estadounidense. Pero, como es bien sabido, no lograron derogar la Ley de Atención Médica Asequible (también conocida como Obamacare), a pesar de que fue prácticamente lo único de lo que algunos de ellos hablaron (casi hasta el punto de echar espuma por la boca) durante años .
Más recientemente, los demócratas tuvieron mayoría tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado durante los primeros dos años de mandato del presidente Biden. ¿Se aprobaron todos los proyectos de ley que presentaron? (La respuesta, por supuesto, es no).
Además, no es que los republicanos nunca estén en desacuerdo con otros republicanos. Ni siquiera pueden dejar de lado sus diferencias internas durante el tiempo suficiente para elegir a un presidente de la Cámara de Representantes sin desembocar en un caos absurdo y empujones literales.
Además de todo eso, las mayorías republicanas tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado serán escasas. Con cualquier proyecto de ley en el Congreso, basta con que unos pocos republicanos en cualquiera de las cámaras se aparten de la línea partidaria de MAGA (porque lo que es mejor para sus electores a veces (o más bien la mayoría de las veces) no coincide con lo que es mejor para Donald Trump, y ellos lo saben) para detener una mala legislación.
¿Podemos confiar únicamente en la ineptitud y las luchas internas para impedir que los republicanos en el Congreso hagan todo tipo de daño? Lamentablemente, no. Pero esas tendencias los frenarán y harán que al menos algunos de ellos sean susceptibles a la presión pública.
Y ahí es donde interviene Public Citizen. Presionar a los miembros del Congreso es nuestra especialidad, lo ha sido desde nuestra fundación hace más de medio siglo. Detectaremos fracturas y haremos todo lo posible para abrirlas.
Nos enfrentamos a gente poderosa con mucho dinero.
Verdadero.
Por ejemplo, solo Elon Musk gastó al menos 133 millones de dólares en financiar la campaña de Trump (y ese es solo el dinero que Musk gastó y que ha sido revelado).
A lo largo de la historia de la humanidad, quienes luchan por la justicia y el progreso siempre tienen menos dinero y poder que las fuerzas a las que se enfrentan, prácticamente por definición.
Pero al ponernos de pie, al trabajar juntos, al insistir en que el status quo simplemente no es suficiente, promovemos la justicia y logramos progresos de todos modos.
Puede que suceda de forma lenta y dolorosa. Podemos atravesar períodos en los que parezca que damos un paso adelante y dos atrás.
Sin embargo, de alguna manera, las cosas son mejores —lejos de ser perfectas, pero mejores— que hace mil años, hace quinientos años, hace cien años.
¿Por qué debería ser éste el momento de abandonar toda esa historia? ¿Por qué deberíamos ser los que estamos aquí ahora los que nos rindamos y digamos “no podemos hacerlo”?
Al igual que millones de personas antes que nosotros en todo el mundo (que, de hecho, tienen una deuda con ellos), debemos elegir continuar la lucha contra los ricos y poderosos, incluso si parece que estamos perdiendo terreno.
Ya no tengo esperanzas. Me voy de la política. Me voy del país.
¡No!
Bueno, no podemos decir si abandonar el país es lo mejor para una persona en particular, pero un rotundo “¡No!” a perder la esperanza o darse por vencido.
Mira, es sombrío, no hay forma de negarlo.
Donald Trump y las fuerzas racistas, misóginas y sociopáticas que él ha explotado y envalentonado (estaban aquí desde el principio, seamos claros al respecto) son una amenaza muy real para millones y millones de estadounidenses, para nuestra democracia, para nuestro planeta y para todos los que lo habitan.
Eso da miedo.
Exasperante.
Nauseabundo.
Triste.
También puede ser tedioso, agotador y debilitante.
Podemos y debemos sentir esas cosas.
Pero …
También …
Al mismo tiempo…
En realidad, las matemáticas son muy sencillas:
Si perdemos la esperanza, si nos damos por vencidos, si nos resignamos, la visión MAGA para Estados Unidos definitivamente triunfará.
Si luchamos —con todo, con cada maldita cosa que tenemos— *preveniremos* al menos algún daño, y hay muchas razones para pensar que podemos impedir que la pesadilla de MAGA se convierta en una realidad permanente.
Esta es la lucha de nuestras vidas.
Estamos juntos en esto.
Y necesitamos su ayuda para construir una fortaleza financiera mayor que la que hemos tenido antes.
Si puedes, haz una donación a Public Citizen ahora mismo.
Cualquier donación que pueda hacer —5 o 25 dólares, 50 o 100 dólares, 500 dólares o incluso más— nos ayudará a enfrentar lo que se avecina en un segundo mandato de Trump.
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O únase a nuestro popular programa de donaciones mensuales (si aún no lo ha hecho) para garantizar que tengamos los recursos financieros constantes para luchar contra Trump día tras día.
Gracias por leer esto y gracias por todo lo que haces como parte de Public Citizen.
Para el progreso,
– Lisa Gilbert y Robert Weissman, copresidentes de Public Citizen
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