Por Sin Reservas
La capital o el Distrito Nacional, estaba disfrutando de dos servicios que se podía decir que quienes tienen la responsabilidad de darlos estaban siendo responsables y cumplidores.
Uno es la recogida de los desechos sólidos (basura) que está bajo la responsabilidad de la Alcaldía del Distrito Nacional (ADN) y que hasta el momento está cumpliendo, no al 100 por ciento, pero en un porcentaje bastante alto, que podíamos calificar de aceptable.
En ese sentido la Alcaldía también se mantiene atenta a los eventos e informa y realiza labores preventivas que tienen que ver con los desperdicios que produce su demarcación en los casos de pronósticos de lluvias u otros fenómenos atmosféricos.
Agua potable
Es el otro servicio que había sido eficiente, bajo responsabilidad de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD).
La Caasd, Año Nuevo, Viernes Santo, Domingo de Resurrección y la Delincuencia estatal
No había faltado el agua potable en el Distrito Nacional desde que tomó posesión el señor Felipe Suberví, conocido por el sobrenombre de «Fellito», quien como habíamos publicado, días llamados a compartir en familia, por ejemplo Año Nuevo, y hasta los días que recordamos la pasión, muerte y resurrección del Señor (Semana Santa), no había dejado de dar el servicio (vender el agua que procesa, no que produce).
Pero más aún, la Caasd nunca dejó de servir el agua durante la sequía, y cáspita tras iniciar las lluvias en marzo pasado, desde cuando no ha dejado de llover, desde mayo no hemos tenido paz, hemos estado hasta 3 semanas sin recibir el agua. Eso sí, Suberví, no deja de cobrarla y exactamente la misma tarifa, por lo que el uso del mal llamado «medidor’ es un gran atraco a nuestros impuestos.
Al parecer, Suberví, ha claudicado y volvió a los tiempos de Danilo Medina y Alejandro Montás. Pensamos y mucha gente así, que los perremeístas parece estar conciente de que se van, y están aprovechando para cometer, en este caso la Caasd, los abusos de la pasada administración, que nunca hubo agua y agenciarse un buen dinero como lo hizo Montás.
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