Por Washington Cabello
(NEW YORK, Estados Unidos).- Yvonne Cosbby, una abuela de 76 años de edad, enfadada con el mecánico Garfield Foster, que iba a remolcar un carro Cadilladc DeVille, propiedad de un ex policía y aparcado frente a la casa de la anciana, buscó un revólver Derringer, calibre 22, le disparó dos veces contra el hombre en medio de una discusión, pero erró los tiros.
Una de las balas fue a parar en la carrocería por el lado de la puerta delantera del chófer, mientras el hombre huía de los balazos.
La anciana, fue detenida por la policía y acusada en la Corte Criminal de Queens, por cargos de intento de asesinato y uso criminal de un arma de fuego con intención de matar y en medio de la instrucción de las acusaciones, comenzó a sentir dolores en el pecho, por lo que del tribunal, fue llevada al hospital.
La indignada abuela, quería matar al mecánico el miércoles, después que el hombre la insultó diciéndole que “usted, es una vieja que debería estar en la iglesia”.
Ella le respondió que la iba a enseñar la iglesia, entró a la casa y regresó con el arma apuntando directamente a Foster.
“Te voy a matar ahora mismo a ti”, le gritó la abuela, y cuando el mecánico vio “al diablo llegar”, comenzó a correr para salvar su vida.
Al parecer, la puntería de la abuela, no es muy estable, aunque apuntó directamente el cañón hacia el mecánico, las balas cogieron otro camino.
«Le dije ella es una mujer vieja, y que debería estar en la iglesia’ y ahí fue cuando sacó el revólver. Ella disparó, me agaché detrás del coche. Si yo no hubiera hecho lo que hice hubiera sido un hombre muerto”, relató el mecánico.
Foster dijo que se apresuraba a buscar más protección detrás de una furgoneta blanca cercana cuando la abuela le volvió a disparar.
«Ella estaba gritando y yo la estaba maldiciendo», añadió el mecánico.
Los policías sacaron una bala de una puerta de la furgoneta de carga Ford 2002 y encontraron el Derringer escondido dentro de una funda de almohada en el dormitorio de la abuela.
La anciana fue ingresada en el Centro Médico Judío de Long Island. No tenía arrestos previos.
Foster dijo que la abuela parecía bastante saludable cuando se enfureció por el Cadillac aparcado frente a su casa.
Según el mecánico, el carro fue dejado en la calle por un oficial de policía retirado que vive en el bloque y él planeaba remolcar el coche por la avenida Edgewood para llevarlo a su taller y hacerle algunas reparaciones.
Antes de enganchar el carro, la abuela le gritaba que moviera el vehículo.
«Ella me preguntó que si era mi carro” Recordó Foster. «Le respondí que sí y me advirtió que iba a ser la primera y última vez que me diría algo”.
La abuela lo amenazó con llamar a la policía, si el carro no era de Foster.
El problema se agravó alrededor de las 5:00 de la tarde, cuando la mujer llamó a la policía con una queja sobre el vehículo estacionado y una amenaza de estallar y “resolver” de otra manera.
Cuando la policía respondió, los oficiales determinaron que el carro estaba estacionado legalmente y los agentes se fueron. El ex policía, dueño del Cadillac, salió para asegurar a los oficiales que era su dueño.
La abuela, que comparte la casa con su hija, nieta y biznieta, empezó a cocinar después que los policías se fueron, narró Foster.
El tiroteo empezó cuando el mecánico se preparó para remolcar el Cadillac y llevarlo fuera del espacio.
La abuela que usa un andador para caminar enfrenta hasta 15 años de prisión si es declarada culpable de una variedad de cargos, incluyendo la posesión de armas y conducta imprudente.
Cortesía: Miguel Cruz Tejada; Imagen: Robert Mecea /NY Post