Por Washington Cabello
(NEW YORK, Estados Unidos).- «Donde quiera se cuecen habas«, esta expresión significa que puede pasar en cualquier lugar. Así como: «Poner candado después que le roban», que refiere al que toma la precaución después de lo sucedido.
Estas expresiones la traemos a colación, ya que en la ciudad de New York, Estados Unidos, un delincuente-asesino que debió estar guardado en la cárcel, acabó con la vida de la agente de origen dominicano, Miosotis Familia.
Y «ahora» tras el lamentable hecho es que las autoridades de esta ciudad dispondrán de seguridad para estos servidores públicos, dotando de cristales y puertas antibalas a más de dos unidades de la Policía, que según informaron soportaría el impacto de proyectiles de un Magnum 44.
Familia, fue acribillada en una emboscada, en El Bronx, su muerte ha sido el detonante que impulsa el programa de protección. Se dijo que el costo rondaría los 40 mil dólares por unidad.
En circunstancia similares al asesinato de la agente Familia, fueron asesinados los policías Wenjian Liu y Rafael Ramos, en diciembre 2014, en Brooklyn. Ambos fueron sorprendido por el afroamericano Ismaaiyl Brinsley, de 28 años, cuando hacían servicios sentados en su carro patrulla.
Desde que se fundara el Departamento de Policía en esta ciudad, en el año 1845, a la fecha más de 860 de sus miembros han muerto en el cumplimiento de su deber, según los archivos publicados en medios de comunicación.
Actualmente el NYPD tiene poco más de 36 mil agentes, siendo considerado el más completo de los Estados Unidos; posee 76 precintos, distribuidos en los cinco condados. Su presupuesto se eleva a veintenas de millones de dólares.
En la actualidad, los uniformados neoyorkinos tienen que desenfundar sus armas de reglamentos decenas de veces al año para contrarrestar la acción bélica de los delincuentes. Asimismo, sostiene más de 20 millones de contacto con la población civil, realiza más de 350 mil detenciones y millones de carreras de radio, en una ciudad con cerca de 10 millones de habitantes.
En la Gran Manzana, donde reside cerca de un millón de dominicanos, la mayoría de las armas ilegales y con las que han acribillado los agentes y herido a decenas de ellos en los últimos años, proceden del estado de Georgia, según datos federales, estatales y locales revisados por el periódico Newsday.
Con el asesinato de la oficial policial dominicana, Miosotis Familia, ya son seis los agentes acribillados en los últimos tres años en NY cumpliendo con su deber.
Cortesía: Ramón Mercedes