Por José Luis de la Calva
(SEUL, Corea del Sur).- No importó que la presidenta Corea del Sur haya pedido perdón al país por «negligencia» para que el Parlamento de ese país realizara una histórica sesión en la que aprobó su destitución, con 234 votos a favor y 56 en contra, en la que la mayoría del Gran Partido Nacional (el suyo) votaron por el sí.
A la Excelentísima Señora Park Geun-hye, de 64 años de edad, se le acusa de corrupción en un pedido que no tiene precedencia por parte de la población que se tiró a las calles exigiendo «que se vaya ya».
Park es acusada por los fiscales de cómplicidad con su amiga Choi Soon-sil, de 60 años de edad, apodada la «La Rasputina coreana», la cual esta acusada de haber intervenido en asuntos de Estado a pesar de no ostentar cargo público y haber extorsionado a empresas para obtener grandes sumas de dinero que se habría apropiado parcialmente, siendo este el mayor escándalo político de los últimos años en ese país.
Choi Soon-sil es hija de un difundo líder de una secta «religiosa», que a través de sus fundaciones extorsionó a importantes empresas, obligándolos a donar millones de dólares, como Samsung y Hiundai OLG, a cambio de favores.
Geun-hye, es la primera mujer que asciende al gobierno de ese país. Ostentaba el cargo desde el 25 de febrero del 2013.
Multitudinarias protestas se escenificaron desde alrededor de dos meses para exigir su renuncia, por grave caso de corrupción y tráfico de influencias.
Hasta que el Tribunal Constitucional dé un veredicto final sobre el resultado de la votación parlamentaria, el gobierno queda presidido provisionalmente por el primer ministro, Hwang Kyo-ahn.
Para que la destitución de la presidenta se haga efectiva se requiere el voto de seis de los nueve jueces del Tribunal Constitucional, que cuenta con 180 días para evaluarlo (6 meses).
En el único precedente histórico, el «impeachment» al ex-presidente Roh Moo-hyun en 2004, los jueces anularon la decisión del Parlamento tras 63 días de deliberaciones.
El mandato de Park hasta ahora se ha caracterizado por una política de línea dura contra el régimen de Kim Jong-un, por lo que su destitución podría dar lugar a cambios en las siempre complicadas relaciones con Pyongyang.
El Gobierno chino dirigió un mensaje a Corea del Sur en el que confió que recupere «la estabilidad política pronto» y aprovechó para criticar la decisión de instalar el sistema anti-misiles estadounidense THAAD, promovida por Park, al considerarla una amenaza para su seguridad.